Para mucha gente que sigue habitualmente el campeonato Copec RallyMobil™, Martín Scuncio no tiene tanto más que demostrar. Para otros, en cambio, aún le falta plasmar en una seguidilla de buenos resultados esa velocidad que demuestra en sus parciales.

El podio conseguido por el argentino del equipo Point Cola Racing en Quillón representa una revelación en el plano deportivo por haber podido cortar una mala racha que lo venía aquejando en Chile. En su país natal, había ido incluso campeón nacional 2020 con el Hyundai i20 R5 y en Chile, desde que maneja ese auto, pudo ganar dos veces en competencias de Avosur a las que fue invitado junto a Javiera Román.

En cambio, en Copec RallyMobil™, esta fue su segunda escala a una de las tres primeras posiciones absolutas desde que conduce el auto de la marca coreana. La anterior había sido en Curicó 2019.

¿Le falta ganar como cuando fue campeón de R2 hace tres años? Quizás, pero su labor en el Rally de Quillón parece indicar que le falta cada vez menos para eso.

Scuncio comentó: “Llegué emocionado a la meta porque no tuvimos un buen comienzo de temporada y tomé a este resultado como una revancha. Al principio, me costó encontrar un buen ritmo, pero José Díaz me llevó muy bien desde la butaca derecha y me motivó a ir a más mientras analizábamos cómo se venía dando la prueba. En apenas un par de eventos, hemos hecho una relación muy productiva, incluso cambiando el estilo de las notas. Había que ser paciente para confirmar que las cosas se dan cuando se dispone de gente que trabaja con pasión como en nuestro equipo, así que le agradezco a ellos, a mi padre Alberto, a mi hermano Javier y a todos los que se esforzaron porque el i20 pueda encontrarse nuevamente en el lote de vanguardia al final de un rally duro como el de Quillón”.