Mientras el campeonato Copec RallyMobil estaba en Río Bueno, La Unión y Lago Ranco, en tres países se corría al mismo tiempo la duodécima y penúltima fecha del torneo mundial, el Rally de Europa Central, disputado en tramos compartidos entre la República Checa, Austria y Alemania.
La carrera de cuatro días se largó con el palaciego marco de la ciudad de Praga y el presidente Petr Pavl dando la señal de partida. El Shakedown se llevó a cabo en las afueras de la capital checa, donde después de siete eventos sobre tierra, a Ott Tänak pareció agradarle el asfalto, ya se impuso en esa instancia con el Hyundai i20 N por dos décimas sobre Sébastien Ogier y tres sobre Takamoto Katsuta, ambos integrantes del equipo oficial Toyota.
Ese mismo jueves, se celebraron dos pruebas especiales, en las que dominó el ocho veces campeón de la disciplina por nueve décimas con respecto al líder del certamen, Thierry Neuville, que a pocos metros de iniciar su marcha golpeó una bala de paja.
Yohan Rossel, en pugna con Oliver Solberg por el título de WRC2, llegó a la meta de esa primera jornada con la rueda trasera derecha de su Citroën pinchada y más de medio minuto de retraso.
Al día siguiente, Neuville pasó al frente con 6.4s a su favor, en tanto que su compañero Tänak se ubicaba tercero a 7.8s a su arribo al parque de asistencia en la localidad germana de Bad Griesbach. El galo había sufrido un par de deslices en el pavimento resbaladizo cubierto de hojas húmedas.
En la lucha por la corona de constructores, Hyundai perdió algunos puntos cuando Andreas Mikkelsen estrelló su i20 en el quinto tramo contra unos postes al pasarse en una frenada.
El sábado por la mañana, el belga vio comprometidas sus aspiraciones al cetro cuando se salió del camino y cayó de la primera a la cuarta posición, en un minuto que en realidad fue nefasto, pues al regresar a la ruta, en pocos metros ya estaba de nuevo sobre el pasto fuera de la carretera y chocando una alcantarilla de hormigón, con los consecuentes daños en su auto y una demora de más de 40s que le cedió el liderato nuevamente a Sébastien Ogier.
Adrien Fourmaux abandonó en la PE10 con un problema en el diferencial delantero de su Ford Puma.
En la última etapa, hubo cambios sustanciales otra vez y el triunfo fue Ott Tänak a partir del instante en que Ogier sufrió un accidente en una curva a la izquierda de alta velocidad que dejó muy maltrecho su GR Yaris híbrido en el penúltimo compromiso del evento mientras perseguía al estonio a solo un segundo y medio.
Así, Tänak se impuso por 7.0s sobre Elfyn Evans, que fue avanzando terreno ante los percances ajenos con el mejor Toyota. Neuville se mantuvo firme y concluyó tercero, luchando por que la diferencia a su favor en el campeonato con relación a su compañero de escuadra no se reduzca más allá de los 25 puntos que ahora hay entre ellos.
Las buenas actuaciones de Evans y Takamoto Katsuta, cuarto absoluto, el piloto más rápido de la jornada y primero en el Power Stage, implicaron que Toyota recorte a 15 unidades la ventaja a Hyundai entre las marcas.
Grégoire Munster ascendió a quinto con un Ford de M-Sport, aprovechando que Sami Pajari volcó su GR Yaris en la PE15, situación de la que el joven finés y su navegante emergieron ilesos.
Sexto general fue el vencedor de la clase WRC2, Nikolay Gryazin, que ubicó a su Citroën casi 2m24s por encima del Toyota del checo Filip Mareš y, un poco más atrás, a los Škoda Fabia RS de los polacos Miko Marczyk y Kajetan Kajetanowicz, del irlandés Josh McErlean y del alemán Marijan Griebel.
El ruso fue el hombre a batir ya desde el segundo tramo, cuando adoptó la punta y nunca más la soltó, prevaleciendo en diez sectores cronometrados.
Rossel no las tuvo a todas consigo. Se salió de la ruta un par de veces y quedó fuera de la contienda por los honores máximos, que dirimirán exclusivamente Solberg y Pajari.
El calendario mundial llega a su fin del 21 al 24 de noviembre con el Rally de Japón.