Ott Tänak atacó a Sébastien Ogier en el séptimo tramo, último de la primera etapa del Rally de Nueva Zelandia, pero es Elfyn Evans quien saca mejor partido de todos una vez terminado el primer día de esta competencia que regresa al Campenato del Mundo.

Sin embargo, un rato después de completar la jornada de viernes, el estonio y su compañero de equipo, Thierry Neuville, recibieron una penalización de cinco segundos cada uno, la cual entra en vigor antes del largarse la siguiente etapa.

Ambos fueron declarados culpables de la misma infracción en una audiencia con los comisarios deportivos mediante la cual liberaron más energía híbrida de lo permitido en sus autos como potencia extra en la PE1 (Pukekawa Auckland Domain), por encima del valor máximo establecido allí, que es de 240 kJ (241,03 kJ y 242,04 kJ, respectivamente). El error, involuntario, se atribuyó a uno de los ingenieros de Hyundai Motorsport, quien no reparó en que esta cifra se había ía modificado en el Boletín Nº 2, publicado el 21 de septiembre.

Técnicamente, el exceso que se produjo en dos ocasiones en el caso de Tänak y una en el de Neuville, la ventaja de rendimiento se traduce como insignificante.

Con este cambio, el campeón de 2020 ha relegado el liderato a Elfyn Evans, que también en los kilómetros finales se había sumado a la intensa puja por la punta con su Toyota GR Yaris.

El galés también había destronado a Ogier del segundo lugar, luego de que el francés fuera primero absoluto hasta casi concluir la jornada. Solo 7.2s separaban a los cuatro mejores clasificados después de recorrer casi 160 kilómetros en la etapa más larga del torneo hasta este momento.

La lluvia formó parte de la acción en varios sectores antes de la segunda pasada por la Costa de Whaanga, donde Ott Tänak fue aventajado por el galés, mientras el ocho veces monarca de la categoría ascendía increíblemente de quinto a líder con un tiempo fenomenal en esas rutas y la acertada elección de un compuesto blando de neumáticos.

Después, volvieron los aguaceros y el GR Yaris número 1 rozó la rama de un árbol con la parte trasera, arrancando la mitad superior de su alerón. Tänak se impuso en ese parcial, pero por un uy escaso margen sobre Evans.

Kalle Rovanperä (Toyota) nunca estuvo lejos de ese trío y, de hecho, llegó cuarto a medio segundo de Sébastien Ogier. Matemáticamente, tiene que pasar al estonio para festejar de manera anticipada la obtención del título.

De parte de los Ford Puma, Craig Breen abandonó al caer a un terraplén y quedar entre árboles, así que Gus Greensmith ubicó al mejor de los autos del óvalo en quinta plaza.

Pese al recargo, Neuville no cambió de ubicación. El belga perdió mucho terreno debido a varios trompos hasta que un cambio de puesta a punto de las suspensiones por la tarde lo hizo sentir mucho más cómodo.

Oliver Solberg (Hyundai) y Takamoto Katsuta (Toyota) fueron séptimo y octavo, por delante de quien marca el rumbo en WRC2, Hayden Paddon, y del piloto privado de M-Sport en la clase mayor, Lorenzo Bertelli.

El local aprovechó el dominio que tiene en estos caminos para sacarle con su i20 N Rally2 1m01.5s al polaco Kajetan Kajetanowicz (Škoda Fabia), aplicando un ritmo alto desde el principio y ganando cuatro tramos.

En el tercer puesto, pero a más de 35s, se ubica con otro de los productos checos el bicampeón de Supercars V8 australiano, Shane van Gisbergen, que ha corrido un par de rallies en el pasado reciente.

Aparecen más atrás Harry Bates (Škoda), Armin Kremer (Citroën) y Todd Bawden (Ford).

Los participantes se dirigen más tarde (sábado en Nueva Zelandia) al norte de Auckland para conducir dos veces por Kaipara Hills (15,83 km), Puhoi (22,50 km) y Komokoriki (5,81 km) con una asistencia al medio de un recorrido inferior a los 90 km.