Radicado desde fines del año pasado en Sondrio, al norte de Italia, pero con larga experiencia como navegante de Rally en los campeonatos de Argentina, Chile y Sudamérica, Marcelo Der Ohannesian cerró el fin de semana último una temporada con mucha actividad deportiva. Fue subcampeón europeo del Trofeo Clio Toksport con el también argentino Paulo Soria y terminó tercero en el campeonato mundial de navegantes de la clase WRC2, donde compitió con muy buenos resultados, incluyendo cuatro podios en tierra y asfalto, con el ascendente boliviano Marco Bulacia (que fue cuarto entre los pilotos).
Terminaste un año intenso, pero muy productivo, ¿verdad?
2021 fue realmente muy satisfactorio. Con Bulacia, cumplimos con el objetivo de llevar a Škoda adelante como marca, tal como nos había pedido al principio el equipo Toksport. En Monza, adonde llegamos con posibilidades matemáticas de ser subcampeones, no salió como nos hubiera gustado porque abandonamos en la segunda etapa cuando veníamos ganando en nuestra categoría. Salimos exigidos, había que acelerar, se cometió un pequeño error, claramente involuntario, y ahí quedaron esas esperanzas. Con Soria, peleamos por el cetro europeo hasta último momento con el Renault Clio Rally5 y el balance también es excelente.
¿Cómo te sientes participando a tiempo completo en el ámbito internacional?
Es lindo estar en un nivel alto. Lo que sí hay que admitir es que desde afuera muchas veces no se aprecia el largo proceso que hace falta para mantenerse en este ambiente. Los resultados aparecen solo al final de esa etapa que demanda mucho esfuerzo, disciplina, tiempo y empeño. Talento uno ve en casi todas partes, pero después de saber que se es talentoso, es preciso agregar todos esos ingredientes al trabajo. En Europa se abocan mucho a eso, que no siempre pasa por estar arriba del auto. Bruno, el hermano menor de Marco, se radicó aquí a principios de año y hacíamos varias cosas juntos. Teníamos que levantarnos todos los días a las 7:00, entrenar con la hoja hasta las 12:00, correr, andar en bicicleta, practicar con el coche de competición y una extensa lista de actividades que te enseñan a ser metódico y a conseguir logros en base a la dedicación, a perseguir las ambiciones sin mirar cuánto te cuesta.
¿Qué pasó exactamente en la maniobra que los dejó fuera de contienda en Monza?
Los neumáticos estaban bien, pese a que hacía frío. Era un retome a la izquierda a unos dos kilómetros de largar la PE9, segunda del sábado. Nos pasamos en una frenada por poco, el Fabia de salió del camino y quedó con la suspensión delantera derecha torcida. La elección de compuestos era buena, dos gomas blandas y dos duras, pero quizás el hecho fue un exceso de confianza en ese sector, cosas que suceden cuando se pelea por la punta y se toman riesgos para eso.
¿Qué es lo que más destacas de lo vivido recientemente?
La posibilidad de seguir progresando con Paulo en el Campeonato Europeo, ya que él está trabajando arduamente para subirse a un Rally4. Volviendo al Campeonato del Mundo, fue muy útil hacer kilómetros sobre el Škoda, en ensayos que se caracterizaron por la calidad de lo probado y recorrido. No hemos avanzado únicamente en resultados, sino en irnos despojando de los que eran algunos de nuestros puntos débiles frentes a nuestros rivales. Trabajamos codo a codo con la fábrica y sus ingenieros y eso nos llevó a mejorar en varios aspectos. Ha sido un año de gran aprendizaje.