El piloto japonés Kenjiro Shinozuka falleció ayer a los 75 años tras luchar contra una enfermedad terminal (cáncer pancreático). Su nombre ingresó a las páginas históricas del automovilismo al convertirse en el primer volante de su origen en ganar tanto una prueba del Campeonato del Mundo de Rally como el Rally Dakar.

Shinozuka nació en las afueras de Tokio el 20 de noviembre de 1948 y obtuvo sus mejores resultados de la mano de Ralliart, la dependencia de competición de Mitsubishi.

Cuando la Federación Internacional de Automovilismo le concedió a la categoría en la región Asia-Pacífico el rango de internacional en 1988, el nipón se adjudicó el título inaugural, navegado por el australiano Fred Gocentas, antes de adjudicarse el particular Rally del Himalaya en la India, a los mandos de un Mitsubishi Galant VR-4 oficial de Grupo A.

Con ese mismo modelo, su fama se incrementó mucho más al imponerse en la selva africana de Costa de Marfil, transformándose en el primer japonés en alcanzar un logro mundial en esta disciplina, privilegio que se mantiene intacto hasta hoy. Aquella vez, a los 43 años, aventajó por más de dos horas a su compañero de equipo, el local Patrick Tauziac. 12 meses más tarde, repetiría el halago, dando forma a su par de victorias en esta serie, de la cual tomó parte en 20 oportunidades hasta 1997 en Australia.

Su campaña había comenzado a nivel nacional en 1974 con un Lancer GSR. La razón por la que casi siempre estuvo vinculado a la marca de los tres diamantes es que Kenjiro Shinozuka era desde 1971 un empleado de la compañía que fue haciendo de mecánico a vendedor y posteriormente a otros cargos jerárquicos.

Para progresar dentro de la categoría, el nipón requería al principio los servicios de copilotos británicos que fueran del norte inglés, por su acento, para así comprender mejor las notas por la manera de pronunciar algunas vocales y consonantes, de un modo levemente más parecido a su idioma.

Shinozuka también fue el primer competidor en largar una prueba mundial, el Rally Safari, en 1976. Con el famoso evento keniano, tuvo una positiva relación a lo largo de nueve participaciones, en las cuales terminó entre los diez mejores clasificados siete veces (segundo en 1994 detrás del Toyota Celica Turbo 4WD de Ian Duncan, sexto en su debut y 1996, quinto en 1990, octavo en 1991 y décimo en 1977 y 1992).

Otras actuaciones destacadas dentro de esta especialidad fueron sus sextos puestos generales en Canadá 1977 y Nueva Zelandia 1989, séptimo en Acrópolis y Australia 1989 y décimo en Portugal 1981 (en una rara salida con un Ford Escort).

Esta figura oriental también repercutió sonoramente en el Dakar, que lo tuvo como protagonista en 22 ediciones. Mejoró su meritoria tercera posición de 1987 al año siguiente al concluir segundo en el desafío sahariano, a espaldas del Peugeot de Juha Kankkunen. Volvió al podio en 1998 y 2002 (segundo) 1992 y 1995 (tercero) y se impuso en 21 etapas, pero lo más relevante fue cuando se adueñó del triunfo en 1997 con la rendidora camioneta Pajero.

En 2003, entabló un corto vínculo con Nissan Motorsport para esa carrera, en la que fue compañero de Ari Vatanen. Dicho evento no quedó entre sus mejores recuerdos, ya que un fuerte accidente en una duna dejó con lesiones a su navegante, Thierry Delli-Zotti, y en coma a Shinozuka, estado del que se repuso después de meses en reposo. Ya recuperado, retornó al ruedo, en la misma cita, apenas al próximo año. Se retiró recién en 2007 a la edad de 59, a partir de lo cual se dedicó a apoyar a futuros talentos japoneses y solventar proyectos filantrópicos para comunidades africanas carenciadas.

Como si fuera poco, este inquieto personaje aparece por partida en el Libro Guinness de los Récords por haber recorrido en 2013 la distancia más larga con una sola carga en un vehículo eléctrico prototipo (1.300 kilómetros en 43 horas sobre una minivan Suzuki) y por haber alcanzado 91,332 km/h de velocidad final sobre un coche solar en 2014.

Por todos estos logros, Kenjiro Shinozuka fue incluido en el Salón de la Fama del Automóvil de su país en 2022 y el año pasado formó parte del personal de seguridad del Rally de Japón. En la última década del siglo pasado, alcanzó gran repercusión en su tierra, donde miles de posters con su figura adornaban concesionarias, tiendas de repuestos y lubricentros.