Cuando del 24 al 27 de junio el Rally Safari de Kenia vuelva al Campeonato del Mundo, Sobiesław Zasada se convertirá en el piloto más veterano de la historia del automovilismo.
El polaco no es un excéntrico particular más de la lista de 58 anotados en África. Muy por el contrario, su nombre está directamente asociado a grandes éxitos en rallies a lo largo y ancho del planeta antes de que el certamen que hoy conocemos se transformara en mundial.
Zasada tiene 91 años y hace 24 temporadas que no se sube a un vehículo de competición. Mantiene un estado físico y mental envidiable, producto de una vida sana, que le ha permitido conseguir la licencia internacional sin problemas y llegar a un acuerdo con M-Sport Polonia para conducir uno de sus nuevos Ford Fiesta Rally3.
Fue casualmente en las estepas kenianas que este tricampeón europeo de la especialidad corrió por última vez a los mandos de un Mitsubishi Lancer Evolution III de Grupo N en 1997. Navegado por su esposa Ewa, terminó en un sobresaliente duodécimo puesto general y segundo en la clase de producción, detrás del Subaru conducido por el local Johnny Hellier.
Debido a sus impecables condiciones de salud, a este deportista nacido cerca de Cracovia el 27 de enero de 1930 se le ocurrió meses atrás que volver al Safari para recordar viejos tiempos sería una buena idea. El director del equipo, Maciej Woda, pensó lo mismo. En esta oportunidad, lo acompañará Tomasz Borysławski.
Sobiesław Zasada largó el Safari ocho veces, cuatro de ellas consecutivas. Fue sexto en 1969, abandonó en 1970 (rotura de cárter) y fue quinto en 1971 antes de alcanzar allí su mejor resultado en 1972, siempre con Porsche 911 S, al acabar segundo a espaldas del Ford Escort RS1600 Mk.I del finlandés Hannu Mikkola. Después, se retiró en 1973 (Porsche 911 SC 2.7, suspensión) y volvió a destacarse en 1978 sobre un Mercedes-Benz 280 E oficial al ser sexto. El diferencial de esa máquina lo dejó de a pie en 1979.
Su campaña ha sido larga y distinguida. Durante una época en la que el Rally Europeo era la máxima expresión para esta especialidad, se adjudicó el título continental tres años: en el Grupo 2 en 1966 con un Steyr Puch 650 TR y los absolutos de 1967 con Porsche 911 y 1971 con BMW 2002 Ti, además de ser subcampeón en igual cantidad de temporadas (1968, 1969 y 1972).
En el plano nacional, consiguió 11 coronas, tres de ellas generales (1967, 1968 y 1973), todas con distintos modelos de la cupé de Stuttgart. Entre sus triunfos más relevantes en cualquier tipo de terreno, se cuentan los del Rally de Polonia, Adriático (Yugoslavia), Wartburg y Drei Städte (Alemania), Alpenfahrt (Austria), Zlatni Piassatzi (Bulgaria) y Press-on-Regardless (Estados Unidos), entre otros eventos tradicionales durante su apogeo.
En Sudamérica, Zasada es bien recordado por dos participaciones memorables. La primera fue en 1967, cuando ganó la última edición del Gran Premio Internacional de Argentina entre 367 participantes, de los que concluyeron 91 al cabo de 3.308 kilómetros de recorrido, superando al Torino 380 de Eduardo Rodríguez Canedo por rutas de medio país.
Posteriormente, Mercedes lo incluyó en su lista oficial con un 450 SLC para la increíble Vuelta de América del Sur de 1978. De un total de 28.600 kilómetros atravesando Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Paraguay y Uruguay, 6.774 de ellos eran de pruebas especiales.
Sobiesław Zasada completó la carrera de 37 días de duración y 25 etapas con largada y llegada en Buenos Aires en segunda posición, contribuyendo al arrasador dominio de la formación teutona, que tuvo un solo retiro, pero copó del primero al quinto puesto con el resto de sus unidades, encabezados por el escocés Andrew Cowan, luego director de Mitsubishi Ralliart.
Woda no solamente comparte lugar de origen con el célebre piloto, que incursionó en el ámbito de las regatas y es ídolo de muchos en su tierra, pero también un próspero empresario querido por todos y un ciudadano respetado por recibir la Orden de Polonia Restituta, una de las más altas condecoraciones que otorga su nación por logros en campos como la educación, la ciencia, el deporte, la cultura, el arte, la economía, la defensa del territorio, el trabajo social, el servicio civil o la promoción de buenas relaciones con otros países.
“Cuando empezaba en esto, le llamé dos veces al día, todos los días, durante cinco meses”, recuerda el actual responsable de M-Sport Polonia. “Después de cinco meses, por fin pude reunirme con él y de ese encuentro pude llevarme de su parte historias sensacionales y, fundamentalmente, unos consejos estupendos”.
Mediante 30 compañías, fabrica materiales compuestos, cierres y luces, tiene empresas de construcción, de mantenimiento vial, de distribución de repuestos, de transporte, centros de manejo seguro y deportivo, desarrollos inmobiliarios y concesionarias de automóviles.
Como si fuera poco, en el regreso mundial del Safari, Sobiesław Zasada -con 148 victorias en su haber- tendrá a otro integrante de su familia en la rampa de partida: su nieto Daniel Chwist, de 37 años, se le sumará a la aventura con un Ford Fiesta de la clase WRC3.
Video: Zasada en su años como dominador del Rally Europeo con Porsche 911.