Recuperado de una lesión física que lo tuvo a mal traer durante la última parte del año pasado, ahora lo que Emilio Rosselot debe conseguir es controlar las expectativas que le genera saber que la flamante unidad que le ha llegado hace un par de días desde Europa, ya se encuentra en el país.

Se trata de un Citroën C3 Rally2, con el que afrontará 2022 en el campeonato Copec RallyMobil™ junto a Tomás Cañete después de haber hecho experiencia con el Mitsubishi Mirage R5 a lo largo del último torneo.

¿Cómo marchan los preparativos del equipo en general?

Gerardo y Tadeo han estado entrenando con sus respectivas máquinas, Mitsubishi Mirage R5 y Citroën DS3 R3, en las afueras de Talca. Yo estoy tratando de aplacar mi ansiedad porque acaba de llegar el barco desde Francia que trae al Citroën C3 Rally2 con el que competiré a nivel nacional. Estamos haciendo todos los trámites de aduana e importación.

¿Has mejorado de tu lesión en un hombro?

Sí. Llevo diez sesiones de kinesiología a dos meses y medio de la cirugía. La convalecencia ha ido a buen ritmo, quizás por las ganas que tengo de subirme a un auto de carreras. Estuve haciendo rehabilitación y ejercicios y creo que llegaré entero a Concepción a fin de mes.

¿Qué objetivos te fijas para esta temporada?

Espero que podamos adaptarnos lo antes posible al comportamiento de mi nueva unidad para tratar de ser competitivos contra la gente de más experiencia en la clase superior o cerca de sus tiempos. Me gustaría que alguna fecha del calendario me brinde la oportunidad de subir al podio. Sin embargo, sabemos que para eso hace falta mucho trabajo, especialmente en lo relacionados a los entrenamientos previos a cada fecha. El C3 es un modelo que ha demostrado que anda bien en todos lados, desde Chile a cualquier parte del mundo, así que le tengo mucha fe. 2022 debería ser muy positivo para todo el equipo.