Con las características propias del entusiasmo y empeño que puede poner una estructura familiar que inscribe ni más ni menos que tres autos por fecha en el campeonato Copec RallyMobil, Rosselot se volvió de la apertura de temporada en Los Ángeles con varios trofeos en las manos.

De arriba hacia abajo en el clasificador, Emilio Rosselot y Tomás Cañete obtuvieron en los caminos de la Región del Biobío su mejor resultado general desde principios del año pasado, cuando pasaron a conducir su Citroën C3 Rally 2.

Ya en aquella oportunidad, el viñamarino había estrenado dicha máquina con un tercer puesto, algo que repetiría en dos oportunidades un poco más tarde, antes de conseguir el título en la subdivisión RC2.

Emilio volvió a empezar una temporada con todo, pues se mantuvo siempre en la conversación y con un ritmo parejo y rápido durante los dos días de competencia, lo que le permitió terminar incluso una posición más adelante que en sus tres podios absolutos anteriores.

Gerardo Rosselot y Marcelo Brizio fueron tema de admiración. Y es que la rápida adaptación del joven piloto a su nuevo medio mecánico, otro Citroën de la categoría más grande, no tardó en hacerse notar más que un par de tramos, incluso a pesar de haber llegado al rally con escasos 60 kilómetros de pruebas efectuadas.

Basta con mencionar que, aunque cruzó la meta sexto, el domingo había superado a Germán Lyon y hasta se podía predecir que procuraba acercarse también a Benjamín Israel, dos contrincantes de vasta experiencia.

Por el lado de la clase RC4, Tadeo Rosselot y Sebastián Olguín ratificaron que conforman una de las duplas favoritas entre los participantes con autos de tracción simple.

Esto obedece no solo a que en la historia reciente del Copec RallyMobil han sido campeones de R3 y han peleado por la vanguardia con el restos de los dos ruedas motrices, sino que el fin de semana último se adueñaron de un triunfo que tuvo el privilegio de ser uno de los más disputados en la historia, debatido mano a mano con el tricampeón nacional Patricio Muñoz -a quien superó por apenas 1.2s después de 11 especiales luego de pasar a ser primero en la PE4 de seis del sábado- y debutó a los mandos de un Peugeot 208 Rally4 que había llegado a Chile pocos días, razón por la cual lució blanco en vez de rojo como las máquinas de sus compañeros.

Gerardo Rosselot, fundador de la escuadra, padre de Emilio y Tadeo y abuelo de Gerardo, dijo: “Nos fuimos de la carrera angelina todos muy emocionados. En lo personal, nuestros pilotos siempre nos dan satisfacciones, pero lo vivido en esta primera fecha del año con uno de ellos segundo, el otro sexto y el otro octavo general y ganador en su categoría fue más de lo que esperábamos. De Emilio ya sabemos las ganas que le pone a esto, pero Tadeo y Gerardo se subían por primera vez a sus coches y anduvieron fantásticamente frente a oponentes tan difíciles como los que todos ellos tienen en esta disciplina”.

Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos