Emilio Fernández y Rubén García se llevaron otra productiva experiencia del Rally de Estonia, del que participaron por segunda vez, tantas como el evento ha sido válido por el Campeonato del Mundo de la especialidad.
El chileno fue octavo en la clase WRC3, apelando a la confiabilidad del Škoda Fabia Rally2 Evo del equipo alemán Toksport. La carrera, de promedio alto en los bosques del país del este europeo, no estuvo exenta de problemas para Fernández.
¿Cómo resumirías tu segunda incursión por Estonia?
Fue una carrera en la cual debimos hacerle frente a las adversidades, empezando ya el viernes con falta de frenos durante la primera etapa y un leve vuelco al día siguiente. La tercera jornada, que constó de seis pruebas especiales, ya nos libramos de los infortunios y todo salió mejor.
Por lejos, ¿la etapa del domingo fue la más productiva, entonces?
Sí, ese día terminó siendo muy diferente al resto. Hicimos un buen trabajo. Empezamos tranquilos porque en Toksport nos pidieron completar el rally. Salimos con calma en los tres primeros tramos, sin asumir riesgos inútiles. Después de todo, estábamos en una posición que nos dejaba satisfechos y quien nos antecedía ya estaba lejos, lo mismo que la tripulación que teníamos detrás. En la asistencia del mediodía hablamos con el ingeniero y vimos que los tiempos eran auspiciosos, así que concordamos acelerar un poco más, aunque siempre con la premisa de no descuidar el auto ni echar todo el esfuerzo a la basura. Veníamos de dos retrasos y vernos octavos cerca de la meta nos pareció redituable. Así fue que conseguimos un cuarto y quinto mejores tiempos en esa parte de la carrera. Por otro lado, cuando nos dimos vuelta en la segunda etapa, fue porque ese sector era uno de los tantos en que las curvas mostraban el piso más deteriorado y una huella demasiado profunda (hecha generalmente por coches de adelante y con más razón por los World Rally Car), así que esa condición te sacaba de la trayectoria ideal. Basta con decir que en la primera pasada, a la mañana, había transitado más rápido por allí mismo sin inconvenientes”.
¿Qué te deja este periplo europeo?
Un saldo muy positivo, por fortuna. Lo que sí asumo es que nos faltó hacer algún otro evento antes de Portugal, pues esa fue la primera ocasión en que nos subimos al Fabia después de un largo rato inactivos por la pandemia. No obstante, a continuación fuimos mejorando en el certamen mundial tanto como en el Campeonato Europeo, que también es de un gran nivel. Por haberme quedado estos meses allí seguí aprendiendo varias cosas interesantes.
¿Cuál es tu próximo compromiso deportivo?
El campeonato Copec RallyMobil™ en Chile, adonde desde el martes mismo empezaré a prepararme. Debo agradecerle mucho a mi hermano José Tomás y a su navegante, Carlos Garrafa, por anticiparse con los trabajos previos del equipo Susaron. Ya tengo coordinado el viaje del ingeniero y de los mecánicos para que puedan asistir. Ojalá que los recaudos que se toman y las medidas sanitarias acompañen a una linda competencia alrededor de Los Andes. Me tiene volver a correr en casa.