A tres semanas de haber sufrido un fuerte accidente en el Rally de üble-Chillán Viejo, Jonathan Bastidas se repone favorable en su casa en Bariloche.
La evolución del piloto argentino ha sido rápida en proporción a la magnitud del golpe sufrido en la segunda prueba especial de la tercera fecha del año del campeonato Copec RallyMobil, al cuidado de su esposa Micaela y en compañía de su hija Mailén, de apenas siete meses, sin olvidar a otro integrante con orígenes rallistas, como es su perro Stitch, adoptado el año pasado durante la disputa de la tradicional Vuelta de la Manzana.
Inseparables en la competición como en el trabajo diario y en la familia, su hermano Milton también lo asiste, varias veces junto a Rocío, sobrina de Jonathan que se ha convertido en su navegante en carreras regionales desde antes de que el volante patagónico regresara en junio a la actividad en Chile como parte de la estructura de Valtor.
¿Cómo te has sentido desde el regreso a tu domicilio?
La verdad es que me vengo reponiendo bien. Todavía me duelen un poco las cuatro costillas que se me fisuraron y de la espalda por un esguince de vértebra, pero con el tiempo he ido mejorando bastante. Me ha hecho bien estar en casa y paulatinamente volver a trabajar en el negocio familiar.
¿Recuerdas algo del incidente?
Poco. Me acuerdo del primer tramo, la niebla en el enlace, nada del choque y después del traslado en ambulancia hacia el hospital, adonde permanecí en observación hasta el miércoles posterior al evento. Se supone que, cuando quedamos dados vuelta, yo ya había perdido el conocimiento. Mi navegante Samuel Guzmán, que salió ileso, se asustó en ese momento. Mauricio Pérez detuvo su Renault Clio R3 y fue quien me sacó del habitáculo. Días atrás, él estuvo paseando por mi ciudad, nos reunimos y le agradecí especialmente ese buen gesto. El impacto fue violento porque sucedió de costado, casi a 90º de mi lado. Por ese motivo, se me produjo un hematoma cerebral que no llegó a sangrar. En gran parte, me salvó mi casco Stilo, debidamente homologado. Cómo habrá sido el choque contra los dos pilares (uno de los cuales era un poste de tendido eléctrico) que -pese a que el casco está fabricado con materiales compuestos- se rajó parcialmente a la izquierda. Respondieron acorde a las circunstancias los protectores laterales de las puertas, que son de fibra de carbono, las espumas de alta densidad de la jaula y la parte superior de la butaca, los soportes y el arnés. Debo enviarle mi agradecimiento, también, a Julio Ibarra y su gente por haberse ocupado de cerca del caso y preocuparse por nosotros mientras estaba corriendo, así como a todos mis colegas y al ambiente del Rally en general que enviaron un montón de mensajes de aliento por WhatsApp y se comunicaron conmigo.
¿Hicieron un análisis del estado de tu Peugeot 208 R2?
Milton, que es un poco jefe de equipo, lo evaluó con el técnico de la categoría, Daniel Rodríguez, el domingo de la carrera en la asistencia. No hay muchas dudas de que hace falta un cambio de carrocería y jaula. Mecánicamente, casi todo es recuperable y motor y electrónica funcionan sin problemas. Puede que me lleve un largo rato rearmarlo, pero estamos en campaña. Fue una pena que todo terminara así, porque nuestros tiempos en el Shakedown y en la PE1 habían sido positivos, como para pelear por la punta de la competencia en la subclase R2 y hasta aparecer bastante arriba entre todos los tracción simple de la división RC4. Hacía rato que quería volver al campeonato Copec RallyMobil y de más está decir que ahora sigo con las mismas intenciones, después de algunas gestiones hechas con los promotores para reforzar la participación de nuestras categorías. Tengo entendido que la escuadra va a seguir hasta fines de temporada con varios autos y ojalá yo pueda sumarme a ellos, aunque sea en alguna fecha como la de noviembre o diciembre. Estamos en contacto con gente que tiene alguno de los muchos 208 de este tipo que hay en Chile y, de hecho, el fin de semana último estuve en la fecha realizada por Avosur en Osorno avanzando con esas averiguaciones.
