Felipe Padilla va con ganas a Villarrica después de admitir que, aunque hace tiempo que el campeonato Copec RallyMobil no acude a La Araucanía, posee muy buenos recuerdos de cuando compitió en la zona y está ansioso por volver a hacerlo.
En la prueba anterior, el Rally Chile Biobío, la suerte no estuvo de su lado, a pesar de que su ritmo venía creciendo al momento de su deserción en el octavo tramo. Un accidente del que el penquista y su navegante Sebastián Medrano salieron ilesos les impidió continuar, además de que el Peugeot 208 Rally4 necesito de unos cuantos días de trabajos de reparación en Concepción.
Padilla declaró: “La ansiedad por venir cada vez más rápido nos jugó una mala pasada, aunque la suerte tampoco nos ayudó. El abandono en la prueba nacional y mundial fue un golpe relativamente fuerte, pero hace rato nos pusimos en campaña para arreglar el Peugeot. Al rato de bajarnos del auto, creíamos que ya no haríamos estas dos carreras que cierran la temporada. Sin embargo, ahora hemos recuperado el entusiasmo, sobre todo porque tengo un lindo recuerdo de cuando competimos en los caminos cercanos a Pucón, que me gustan mucho. Además, iré junto a mi familia, aprovechando el lindo lugar. Volviendo a lo anterior, no es que al auto estuviera necesariamente destruido, pero sí hubo varias cosas que hacerle. En la Región del Biobío, simplemente no nos reenganchamos porque sentía muchos dolores en el cuerpo y el médico que me revisó me dijo que esas molestias se incrementarían si no reposaba. Nos salimos del camino y chocamos un cerro. Esa es una parte de la historia. La otra es mucho más positiva y tiene que ver con la realización del evento, que fue definitivamente un sueño cumplido para mí. Largué una cita del Campeonato del Mundo a metros de mi casa, gusto que no me había podido dar en 2019. Los comienzos de esa semana tampoco fueron fáciles porque no llegué concentrado a la largada por la carga laboral de las que son mis obligaciones cotidianas. Me animo a decir que estaba colapsado. En la prueba del lunes (Monday Test), volcamos. Reparamos los golpes y partimos sin entrenar. En la primera etapa, arrancamos con una falla en el turbo, que durante un largo rato nos hizo avanzar a muy poca velocidad. Solucionado eso, nos autoexigimos considerablemente. En cambio, para los dos rallies faltantes, nos hemos organizado en el equipo y en lo personal para ir menos presionados y disfrutar de la actividad, que es la idea esencial de estar en esto. Para 2024, he empezado a conversar con otros pilotos acerca de la posibilidad de formar un grupo interesado en traer al país los Ford Fiesta Rally3, al cual estuvimos observando y nos parece un concepto técnico realmente interesante”.
Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos