Así como Javiera Barrie fue desde muy joven una navegante frecuente en las asistencias del campeonato Copec RallyMobil, también es cierto que en los últimos tiempos su presencia en las carreras estuvo asociada más a un rol familiar que deportivo, como esposa de Jorge Martínez, con quien comparte dos hijas.

La copiloto oriunda de La Araucanía y radicada en Concepción se mantuvo activa entre las temporadas 2003 y 2016, compitiendo junto a su padre, Carlos con Ford Focus N3 y Mitsubishi Lancer Evolution N4, el mismo auto con el que largó después junto a su suegro, Jorge Martínez, antes de un par de salidas ocasionales con Juan José Echavarri y Osvaldo Stuardo.

A medida que el Rally Chile Biobío se iba gestando, durante el invierno surgió en las oficinas organizativas la idea de convocarla para una tarea relacionada al rol que disfrutó a nivel nacional durante tanto tiempo, en esta caso para ser la navegante de Facundo Opawsky en el Toyota GR Yaris provisto por el Toyota Gazoo Racing para oficiar de Auto 0.

¿Cómo surgió la posibilidad de abrir la ruta durante el Rally Chile Biobío?

La historia fue interesante desde que me llamó Macarena Del Sante (Secretaria General del evento), quien empezó explicándome cómo estaban en la organización buscando gente del ambiente que se sumara al personal en distintos rubros. Yo le dije que estaría encantada, pero que lo que en verdad me interesaba era calzarme de nuevo un casco y el buzo antiflama. Se habló de los vehículos 00 y 000, aunque mi único propósito era volver a cantar la hoja de ruta; de ser posible, a un ritmo alto, como corriendo. Entonces, pasamos a lo del Auto 0 y no lo dudé ni un segundo. Posteriormente, tuvimos que organizarnos en casa con nuestra familia porque Jorge estaría corriendo con CBTech y yo abocada a esta labor. Gracias a Dios, los abuelos acudieron al rescate, así como otras personas que nos ayudaron.

¿Se prepararon de alguna forma especial?

Sí. Yo tuve que estudiar bastantes detalles de cómo es ser copiloto hoy en día. Por más que no estoy desactualizada por lo que voy viendo de la actividad deportiva de Jorge, no es lo mismo dentro del coche que afuera. Tengo la fortuna de que Javiera Román es una mis grandes amigas, así que la volví loca con muchísimas preguntas. Ella me imprimo las notas mientras me respondía todos los mensajes de WhatsApp con mis dudas. Había varios detalles que se modernizaron y, en cierto modo, en algún punto me sentí casi como si partiera de cero otra vez. Abrí mi caja con los accesorios de navegante que guardo en casa y ni los relojes ni las linternas tenía pilas. Tuve que ajustarme bastante a los requerimientos actuales, pese a haber competido durante 15 años en el pasado. También tuve que estudiar cuestiones reglamentarias propias de una carrera mundial, cosa que no me había pasado en aquel período.

¿Cómo te sentiste antes y durante la prueba?

Desde que me casé con Jorge hace diez años, dejé de ser la navegante de la categoría para ser la esposa del campeón. Entonces, un par de pilotos más que me llamaban para correr lo telefoneaban a él para preguntarme si yo podía hacerlo. Para más, se me terminaron de repente los fines de semana en los rallies en los que me perdía cumpleaños o reuniones familiares, aunque entre nosotros nos entendimos y nos organizamos bien, sumado a la decisión de ser padres aún de jóvenes, cuando estábamos disfrutando a pleno del automovilismo. Hicimos un trato en el que yo me bajaba de los autos, pero mediante el cual yo lo acompañaría a todos los eventos posibles. En 2019, fui a los tramos con mi bebé de tres meses, por ejemplo. Yo avisé que estaba en una pausa maternal y que a mí esto me encanta, así que podrían contar conmigo cuando se presentara una posibilidad acorde.

¿Qué percibiste de distinto en el Parque de Servicios en comparación a cuando empezaste a los 17 años?

Fue lindo ver cómo en la mayoría de los equipos hay una notoria presencia femenina, partiendo por algunos de ellos que tienen mujeres en el plantel mecánico o ingenieras contratadas. Me dio gusto caminar por allí adentro y ver eso claramente. Me enorgullece que ya no se marquen tanto las diferencias. Cuando yo largaba con mi hermana y había que cambiar una rueda, los hombres nos consultaban si querían darnos una mano, como si fuera una debilidad de nuestra parte. Ahora, esas cuestiones ya no se dan de esa forma.

¿Qué tal funcionó el procedimiento de seguridad propio del Auto 0 con Opawsky al volante sobre ese GR Yaris?

Largamos con un poco de nervios porque la escuadra se atrasó con la entrega de la máquina, que es de producción, aunque con muy buenas prestaciones. Lo conocimos muy sobre la hora. Al principio, anduvimos con cautela y después fuimos incrementando el ritmo. Yo lo conocía a Facundo, pero nunca me había subido con él, así que también en eso nos tuvimos que acostumbrar. En algún instante, nos retaron por ir rápido demás. El tema es que no era fácil estar allí asumiendo que quien viene por detrás es un tal Kalle Rovanperä. La máquina, al no ser de competición estrictamente, no siempre ofrecía las mismas reacciones. A veces se recalentaban los frenos o a veces no derrapaba como queríamos al accionarse el control de tracción, pero la verdad que es el Toyota rindió bien. Al mismo tiempo, me llevé una grata sorpresa con el público. Los casos de riesgo fueron muy aislados y casi siempre era una satisfacción ver el correcto accionar de los espectadores. De adolescente, íbamos a ver la fecha mundial argentina a Córdoba y nos fascinaba la cantidad de gente que había en las montañas y que incitaban a los demás a portarse bien. Eso mismo se replicó aquí en esta oportunidad, lo cual es una alegría. Opawsky es una gran persona que también llevaba un largo rato inactivo. Sin embargo, al tener un talento innato, eso no se notó ni por un momento. Nos complementamos bien y queremos creer que hicimos bien nuestro trabajo, tanto como para repetirlo con mucho gusto el año próximo. El único asunto pendiente es que, ejerciendo esta función, me fue imposible seguir la carrera de Jorge y Alberto con el nuevo Škoda Fabia RS.

Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos