Después de cuatro años de no competir en el ámbito nacional, ya que la última vez había sido en Curicó 2018, Mauricio Pérez volvió a presentarse en el campeonato Copec RallyMobil para su tercera cita del año en Ñuble-Chillán Viejo.

Aunque abandonó, mientras se mantuvo en competencia junto a su navegante Mauricio Oyarzún, el osornino ciertamente no pasó desapercibido, pues en su primera aparición con un Renault Clio R3 aspirado que compró poco tiempo atrás, marcó tiempos sorprendentes no solo en su subclase, sino entre todos los participantes de la división RC4 para autos de tracción simple. En el primer tramo, por ejemplo, fue un brillante tercero entre todos ellos, el más veloz de los R3 y duodécimo general, dejando claro que había salido a acelerar de verdad.

“Me resultó llamativo, por varias razones, ver que estuvimos cerca de la punta de la clase RC4 desde el principio. Tras una larga inactividad de unas cuatro temporadas en el torneo nacional, suponía que podía encontrarme séptimo u octavo, pero no tercero frente a rivales fuertes y coches de última generación. Me sentí a gusto con este Clio porque definitivamente es un pura sangre. Yo había manejado otros vehículos con preparación R FIA, principalmente el Ford Fiesta R2 y había probado un Citroën DS3 turbo R3, pero este me sorprendió porque tiene un brío especial. Lo había adquirido pocas semanas antes y, por mis compromisos laborales, no lo había probado sino hasta el Shakedown. Hasta ese instante, solo lo había subido y bajado de trailer. Lo atiendo yo mismo, pero recién descubrí mientras corría que la caja tenía puestas las relaciones más cortas de todas, lo que significa que patina en casi todos los cambios y que en sexta a fondo llega a un tope de 152 km/h. En La Lorena, donde más tiempo perdimos, fue por ese tema”, comentó Pérez.

“Me apenó que todo acabara en la quinta prueba especial, teniendo en cuenta que creo que éramos candidatos para figurar bien entre los anotados con máquinas de tracción simpe e incluso a ganar la R3, donde quedamos adelante en los tramos 1, 3 y 4. Se rompió súbitamente el portamaza delantero izquierdo. Puede haber sido fatiga de material. Ahora tenemos unos nuevos. Cuando me quedé con este Renault, revisé varias piezas, pero me faltó pasar esos elementos por el magnaflux otras partes, como esa, justamente. No habíamos goleado nada. Se cortó uno de los brazos que lo soportan y, sin mucho control de la dirección, terminamos fuera del camino unos 150 metros más allá. Por suerte, no era uno de los sectores más rápidos, así que no hubo mucho más daño”.

A Mauricio también le tocó pasar un momento de estrés en la PE2, al ser el primero que se bajó a asistir al accidentado Jonathan Bastidas: “Con la niebla que había, yo no hubiera largado ese parcial, pero también es cierto que otras partes del mundo corren igual aunque la visibilidad sea de cinco metros. Días atrás, fuimos con mi esposa y mi hija a pasear por Bariloche y Milton Bastidas, hermano de Jonathan, nos invitó a su casa a comer un asado en agradecimiento. Allí nos reencontramos con ellos y me tranquilizó ver que Jonathan se recupera a buen ritmo. Afortunadamente, tengo ciertos conocimientos de primeros auxilios por un par de cursos de emergencia que hice en el pasado. Ante esa situación que nos tocó presenciar, traté de poner paños fríos y de sacarlo del habitáculo de su Peugeot estando inconsciente todavía”.

Sobre su futuro en la especialidad, el representante de Osorno dijo: “Motivado por lo de Chillán Viejo, tenía todas las intenciones de ir a Quillón, pero no podré por cuestiones presupuestarias y familiares. En lo sucesivo, me resultará todo más fácil, ya que el calendario va siempre hacia el sur del país, incluyendo a mi ciudad y a Los Ángeles, donde estaremos con todo el grupo porque mi mujer es de allí. Voy a hacer algún ensayo previo en unos caminos forestales cerca de Osorno, además para adaptarme más, para probar una nueva suspensión delantera de Reiger que pondré al Clio, buscando que transmita mejor la potencia al piso. Quiero disfrutar de su manejo e intentar pelear por el mejor puesto al que acceda. No es imprescindible para mí salir a ganar indefectiblemente, pero claro que me gustaría sacarme la espina de Ñuble. Lo pasé bien y no veo la hora de estar en las próximas fechas. Fue muy lindo cruzar otra vez esa rampa de largada imponente, ver tanto público, compartir autógrafos con mucha gente adulta y niños que estuvieron encerrados largamente por la pandemia y que, como nosotros, expresaban su alegría de vivir de cerca una presentación del Copec RallyMobil”.

Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos