Cuando el campeonato Copec RallyMobil se aprestaba a iniciar su segunda fecha de la temporada en Yumbel, el Peugeot 208 Rally4 de Carlos Prieto y Juan Cruz Varela se negó a funcionar. El motor sufrió un daño tan inesperado como irreversible y el puertomontino, aunque intentó por todos los medios ser de la partida, no pudo correr.
En estos días, Prieto solucionó las cosas cortando por lo sano. Tras recibir un impulsor totalmente desde Francia, comentó: “En Yumbel, durante las prácticas del viernes se nos rompió la manguera de agua que llega al enfriador de la caja de velocidad. Pedimos ese repuesto original, pero tardó demasiado en llegar a Chile. En realidad, estaba en Santiago y no me la despacharon a tiempo para la competencia. Puse una manguera alternativa, pero no aguantó la presión. Para no obstaculizar a quienes venían atrás, seguí algunos metros. Habrán sido diez segundos que, sin embargo, lamentablemente fueron suficientes para romper el motor. Padilla fue muy gentil y nos mandó en préstamo desde Concepción un ensamble, pero resultó ser que ese conjunto no era exactamente el mismo que el fabricante requiere para la competición, dado que de serie hay cuatro versiones distintas del impulsor 1.2 turbo. Cuando lo pusimos en marcha, arrancó en dos cilindros porque era un ensamble para menos potencia. En la decepción, encargué sin más demora un motor al departamento de competición de Stellantis, que llegó esta semana. De paso, aproveché que en Santiago quedaban dos conjuntos como el que nos hace falta en el Rally4 y adquirí uno para tener a modo de precaución, de manera tal que no nos vuelva a pasar algo igual. En resumen, es como si tuviera dos plantas motrices casi sin uso. Con los mecánicos del equipo, hicimos un inventario de elementos y la verdad es que estamos bien parados porque es casi como si tuviera dos vehículos, salvo por una suspensión trasera”.
Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos