Sebastián Arancibia es uno de los jóvenes navegantes chilenos con más experiencia en el ambiente. Empezó a correr en las pruebas regionales del Biobío en 2018 con Jorge Lavezzolo (Hyundai Coupé N3). Al año siguiente, ya había debutado en el campeonato Copec RallyMobil con Lautaro Marini y Sebastián Silva en los briosos autos de la clase R3.
Con Silva es con quien más asiduamente compitió, siempre con buenos parciales y hasta un subcampeonato en 2022. También militó en Avosur, a la derecha del Nissan Primera N3 de Sebastián Vera.
Para 2024, Felipe Arenas confió en él para que lo acompañe en su programa de retorno a los mandos de un Peugeot 208 Rally4. El comienzo de temporada el fin de semana último con el Rally de Ñuble-Chillán y Chillán Viejo no podría haber sido más espectacular.
Arenas manejó muy bien su capacidad de ataque en el Power Stage, el corto tramo final que definió a su favor la carrera, pero Arancibia también hizo un trabajo fantástico, sin dobleces y con óptimo criterio para llevar a tan buen puerto a su piloto. Fue un debut triunfal para ellos como dupla, que ahora los ve como primeros líderes nacionales de la clase RC4 con el auto del equipo Megafiltros Motorsport.
Arancibia dijo: “Si bien a muchos les sorprendió cómo se definió el rally, nosotros ya largamos el sábado con una confianza lo suficientemente alta como para suponer que estábamos en condiciones de acceder a la victoria. Con el transcurso de las etapas, nos propusimos ir mejorando tramo a tramo y fue así, considerando que pudimos ir recortando unas diferencias que siempre fueron muy parejas entre José Quezada, Lucas Palma y nosotros. Un auto impecablemente asistido, no cometer errores y saber hasta dónde llegábamos con el ritmo que sirviera para presionar y descontar en el Mobil 1 Power Stage fueron las claves para este gran inicio de año deportivo”.
Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos