Nada nuevo se descubre realzando las múltiples y empeñosas tareas que un copiloto ejerce sobre un auto de Rally. En la fecha chillanvejana terminada el domingo pasado, Luis Allende jugó un papel trascendente en el camino al triunfo emprendido por Alberto Heller ya desde el sábado, cuando empezaron a pelear por la punta de la competencia desde el vamos y ganando tramos.

 

Allende ejecutó un trabajo sin fisuras, soportó la presión de dos neumáticos desinflados, mantuvo la motivación de su piloto y compartió la alegría del segundo 1-2 del Joker Rally Team en tres presentaciones.

Si hubiera nacido en Inglaterra, se llamaría Lewis Allen igual que el ingeniero de Toyota Gazoo Racing, pero lo cierto es que este argentino de La Rioja y radicado en Córdoba, es un profesional que debutó en el automovilismo a los 21 años (actualmente tiene 40) y uno de los referentes en lo suyo en Chile (escenario que ha conocido durante una década junto a Ramón Ibarra, Cristóbal Vidaurre, Andrés Margozzini, Vicente García Huidobro, Francisco Bartolomé y en Joker con Felipe Rossi a partir de 21016) y en su país (donde fue campeón 2020 con Nicolás Díaz). Con el menor de los Heller, fuera de estos tres eventos disputados en lo que va de la temporada, solo había hecho Quillón en 2021.

 

Luis dijo: “Por las diferencias tan apretadas en los puestos de privilegio, por el par de gomas que se nos fueron desinflando, porque estábamos delante de Pedro y porque Emilio Fernández ganó tantas pruebas especiales el domingo, recién nos sentimos ganadores en la pancarta de llegada del último tramo. Todos en Joker vienen haciendo cada cual en lo suyo una faena excepcional, tal como lo demuestran los resultados de las dos últimas competencias. Alberto ha crecido mucho al volante y ahora está mucho más pensante que antes. Regula todas las situaciones de mejor manera y le está sacando provecho a eso. Es muy bueno que varias tripulaciones estemos tan cerca ahora en los puntos porque eso es lo que realmente vuelve entretenida a una categoría”.