Tomás Cañete se inició en el ámbito profesional del copilotaje hace largo ya. Por eso es uno de los personajes más sobresalientes en lo que hace desde que compite en el campeonato Copec RallyMobil.

Sin embargo, quizás sea su gran trabajo en el Rally Chile Biobío, válido tanto por la serie nacional como por el Campeonato del Mundo, su desempeño más valioso desde que ejerce el particular rol que implica ir en la butaca derecha.

Se llevó del sur chileno la victoria más anhelada por todos los participantes locales junto a Emilio Rosselot y acompañó a su piloto en un muy meritorio sexto puesto en la clase WRC2 contra el resto de las destacadas figuras internacionales que vinieron a la fecha.

En un rally de ritmo alto, tramos exigentes, excesivo consumo de neumáticos y varias dificultades más, este binomio emergió como el mejor parado.

Cañete mencionó: “Lo primero que me llamó la atención de este evento es cómo se planteó desde el principio, en el sentido que la primera etapa terminó tan pareja que éramos ni más ni menos que seis las tripulaciones que peleábamos por los primeros lugares encerradas en apenas dos segundos. Fue muy peleado este rally desde su comienzo, lo que nos dio un indicio de que casi nadie salió a especular bajo ningún punto de vista. Para el sábado, nos ayudó mucho que nosotros disponíamos de 12 neumáticos de compuesto duro y ocupamos seis durante la mañana, por lo cual pudimos mantener un ritmo alto mientras los demás pinchaban o se salían del camino, como Jorge Martínez o Martín Scuncio, mientras que Emilio Fernández tuvo problemas de caja y rompió el radiador. Así, pudimos estirar diferencias con respecto a Pedro Heller. Como el domingo fuimos medidos en la velocidad y el cuidado del Citroën C3, él se nos acercó bastante sobre el final. En el Power Stage, después del reagrupamiento nos avisaron que teníamos que largar primero que todos, incluso que los prioritarios. Dudábamos de si Heller se encontraría entonces con un mejor piso y podría superarnos, por lo que estuvimos en vilo hasta que supimos los tiempos. Los nervios eran muchos, pero más lo fue la emoción y la alegría cuando nos avisaron que ganamos. Estamos felices por el trabajo del equipo Rosselot, solo sufrimos un pinchazo. Emilio demostró ser un gran piloto, capaz de imponerse en la prueba más relevante del calendario Copec RallyMobil y terminar bastante adelante a nivel mundial en la división WRC2. Agradezco a la escuadra la confianza que tienen desde hace mucho en mí para haber llegado a este logro de tanta trascendencia”.

Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos