Normalmente de perfil bajo, pero con una experiencia envidiable en su profesión, Marcelo Brizio se ha constituido hace tiempo ya en un complemento ideal para el joven talento en ciernes que es Gerardo Rosselot, el exponente más joven del equipo familiar viñamarino.

La dupla del Citroën C3 Rally2 número 15 llegó a La Araucanía con posibilidades de irse de allí con un título en la mano, concretamente en la subclase RC2 del campeonato Copec RallyMobil 2023.

Así como su piloto pudo capitalizar un segundo cetro en tres temporadas (el anterior fue en la división R3 con un Citroën DS3 de tracción simple), el copiloto cordobés agregó una nueva corona de laureles, la cuarta, a las que ya había obtenido en 2010 y 2013 junto a Luis Ignacio Rosselot, en 2014 con Emilio Rosselot (en todos los casos con los Mitsubishi Lancer Evolution X) y en 2021 con el prometedor volante al que acompaña actualmente.

Brizio expresó: “Antes de largar, nuestra premisa era terminar esta competencia para asegurar el campeonato. Nos hubiera gustado mucho más pelearlo con todos hasta el fin, y por supuesto que con Germán Lyon también, a quien le mandamos nuestros mejores augurios. Así las cosas, nos bastaba con llegar adelante de Eduardo Kovacs, además de que eso nos permitiría de pronto asumir en este sentido menos presiones en el cierre de año en Osorno, donde ya veníamos hablando que intentaríamos acercarnos más a los tiempos de punta. EL rally era extenso, con mucho enlace y un par de tramos largos, así que sabíamos el ritmo que teníamos que aplicar, más aún teniendo en cuenta la lluvia tan intensa que cayó. Ya el sábado nos fue bien en general y nos resultó inmensamente grato vernos en un lote interesante de punta, a tal punto que concluimos en la cuarta posición, nuestra mejor labor en términos de cómputos absolutos desde que estamos con este vehículo de tracción integral. Tras la experiencia con el Mitsubishi Mirage R5, para 2023 realmente queríamos al menos intentar salir a la caza del título en esta categoría, aunque sin desestimar otras cuestiones de peso, como sumar experiencia y medirnos poco a poco con las figuras más grandes de esta especialidad en Chile. La obtención de este éxito no fue tan simple, principalmente por el accidente en Santa Juana y porque hasta la fecha anterior nos repartimos los honores con un contrincante muy difícil, como es sin dudas Lyon. Después de aquel golpe, por suerte retomamos la senda de la confianza. En cuanto a mi cuarto título en este país como navegante, tiene un significado valioso porque llego a él con el mismo equipo, Rosselot, que me abrió las puertas al Copec RallyMobil en su momento. Es una gran familia, rodeada de excelentes mecánicos y colaboradores, capaces de entregarnos siempre medios mecánicos rendidores e íntegros. Pasé por lo mismo con Luis Ignacio y Emilio y ya van dos veces con ‘Gerita’, que tiene templanza y visión profesional, por lo que le espera un futuro brillante, incluso si quisiera trasladar su campaña al plano internacional”.

Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos