La Lic. Agustina Enei es una joven nutricionista de la Patagonia argentina, puntualmente de la ciudad de Neuquén, en la provincia homónima fronteriza con Chile.

Enei viene trabajando desde hace algún tiempo en conjunto con la Lic. En Psicología Julieta Jacobo, en una faceta importante y en boga, aunque no siempre tan difundida, del automovilismo deportivo moderno.

Además de pilotos y copilotos de su país y participantes de categorías de pista y Cross Country, Agustina de a poco empieza a desempeñarse en su profesión con participantes del campeonato Copec RallyMobil.

¿Es posible mantener bajo el peso corporal de un piloto y navegante que van arriba de un auto de competición, en el cual es importante la relación entre kilos y potencia?

Es complejo por el hecho de que nuestro trabajo se hace, mayoritariamente, fuera de la carrera. Lo que preparamos antes es fundamental para que cada deportista esté en buen estado físico y con un peso que tienda a no ser excesivo. En nuestra jerga, le llamamos “entrenamiento invisible” y tiene que ver con el compromiso previo que la persona asuma. Eso condiciona su rendimiento deportivo. Primero, tratamos de compenetrarnos con la rutina alimenticia y de ejercicios que hace cada quien, sus horarios, su trabajo, sus descansos, sus hábitos, etc. A partir de ahí, me toca intervenir desde la nutrición. Planteamos estrategias y dietas que sean viables y que no sean tan complejas que no puedan sostenerse en el tiempo, lo cual sería estéril para ambas partes. Sobre mantener un peso ideal, al mediano plazo eso tiene relación con qué tan bien nos vaya con el plan que trazamos para cada cliente, pero por lo general terminamos con éxitos objetivos de esa naturaleza.

En términos generales, ¿qué le aconsejas a una tripulación que entre tramos de velocidad y enlaces pasa varias horas, con frío o calor, tensionada adentro de su vehículo?

Dependiendo del evento, hay jornadas más exigentes que otras, según su largo. Hay varias cosas que se pueden planificar, pero que no siempre pueden llevarse a cabo de manera efectiva. A la vez, pensamos en alternativas por si acaso. Lo primero es saber cuál es el mejor combustible para contar con cierta vitalidad a lo largo de toda una etapa. Generalmente, las temperaturas altas, el calor y la humedad, complican el rendimiento del cuerpo. En esas circunstancias, un ejemplo común es cuando se tiende a un cuadro de deshidratación. El tema de cuánto líquido ingerir difiere según las razas, las contexturas físicas o el clima. Podría decirse, para hablar de un promedio, que tomar un litro y medio o dos de agua sería un promedio bastante razonable, incluso en lo cotidiano, no exclusivamente durante un rally. Al decir agua, decimos también bebidas isotónicas que ayuden a recomponer los electrolitos que se pierdan con la transpiración. En cuanto a qué comer, hay que tratar de evitar frituras, embutidos o alimentos muy procesados para favorecer en carrera carbohidratos (un plato de pastas) o verduras que sean fáciles de digerir, así como ciertos tipos de carnes que aporten proteínas. Ayuda mucho la fruta, porque tiene un alto poder de saciedad con bajas calorías y azúcares sanos o consumir de vez en cuando una banana por el potasio.

¿Se puede mencionar una lista de productos ideales y no ideales para consumir en medio de un evento?

Asumiendo que así como un piloto o copiloto se entrena física y hasta psicológicamente en algunos casos, al sistema digestivo también hay que entrenarlo de una forma progresiva. Hay muchos alimentos que se utilizan en el deporte porque son funcionales a la energía que se gasta, incluso cuando no siempre uno los supondría como lo más saludable, como es el tema de algunos azúcares. Ahora que todo evolucionó mucho, hay productos desarrollados específicos, pero hay que aclarar que no son para consumir un martes en la casa, sino más bien para una asistencia en medio de una carrera. Puede suceder que en determinadas ocasiones se requiera de una comida más calórica. Si me piden un ejemplo, trataría de no responder una opción como hamburguesas con papas fritas, por incluir una proporción grande de materia grasa insalubre. Habría que evitar las comidas empaquetadas grasosas, las bebidas alcohólicas y las gaseosas demasiado endulzadas y pensar más en hidratos de carbono y proteínas para reparar los tejidos musculares y el desgaste de las fibras por cansancio o tensión en los tiempos cortos disponibles entre etapa y etapa.

Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos