La primera de tres etapas del Rally del Biobío-Los Ángeles constó de cuatro pruebas especiales que, a priori, no darían la sensación de haber sido una exigencia superior a la habitual. Sin embargo, especialmente los dos tramos de la tarde se cobraron víctimas importantes que modificaron el panorama del tercer puesto para atrás.

Mads Østberg y Patrik Barth se fueron consolidando poco a poco como líderes generales con un Citroën C3 del equipo Joker, con el cual se impusieron en tres ocasiones. El noruego, quien emplea hasta ahora un tiempo de 28m37.5s (a 113,2 km/h de promedio) aventaja a sus compañeros Alberto Heller y Luis Allende por 45.6s y a Emilio Rosselot y Tomás Cañete (Citroën C3) por 1m11.6s.

El noruego buscó tomarla punta ya desde la mañana y anotó a su favor la primera pasada por Rucamanqui (en versión corta) y la segunda pasada por ese camino (el sector más largo de toda la carrera con más de 25 kilómetros). Después, su escolta prevaleció en la PE3 antes de contratacar en el último parcial.

El menor de los Heller le pidió a Østberg intercambiar amortiguadores entre sus vehículos, asumiendo que se sentiría más cómodo con los de su auto anterior. Dicho y hecho, con ese cambio al que estaba más acostumbrado, Heller pudo incrementar su ritmo.

La cuarta especial dejó al costado de la ruta a dos protagonistas centrales. Primero, Emilio Fernández y Juan Manuel Sanhueza sufrieron una violenta salida del camino en quinta marcha en la cual su Škoda Fabia rebotó y voló de adelante y de atrás varias veces hasta quedar al costado de la calzada con daños cuantiosos. El incidente le impide al volante de la escuadra Susaron seguir en competencia, además de recoger puntos que hubieran sido valiosos para quien es uno de los candidatos al título.

Exactamente la misma curva le ocasionó problemas a más de uno, pero el que seguía en el orden de partida era Martín Scuncio, que también padeció un infortunio lo suficientemente grande allí como para desertar. El Škoda del Point Cola Racing golpeó con el tren trasero la parte externa del viraje y también fue golpeando taludes, aunque con las ruedas sobre el piso. Si bien él y su navegante José Díaz continuaron su marcha, a los pocos metros debieron detenerse. El radiador se había roto primero y el motor, después.

Ablandar las suspensiones le valió a Emilio Rosselot sentirse más a gusto en las PE3 y 4, gracias a lo cual se acercó al lote de vanguardia. En la primera recorrida vespertina, el actual campeón argentino Alejandro Cancio marcó el tercer mejor tiempo y, tras ello, también fue ascendiendo en las posiciones hasta asegurarse -junto a Juan Pablo Carrera- un valioso cuarto puesto con el Fabia de CBTech que pertenece a Eduardo Kovacs.

En la quinta plaza se encuentran Pedro Heller y Pablo Olmos, sólidos, pero demorados por el pinchazo de la rueda trasera derecha en Fundo Brasil. Germán Lyon y Sebastián Vera capitalizaron una muy buena sexta colocación, seguidos por Benjamín Israel y Matías Ramos, que en la segunda especial habían pinchado la goma delantera izquierda. Todos ellos corren con C3.

“Fue un día positivo para nosotros. Nos propusimos disfrutar del evento y eso estamos haciendo. Vengo disfrutando del coche y de un itinerario muy bonito en mi segunda visita a Chile, ahora a nivel nacional, con un público entusiasta, buena organización y lugares lindos”, expresó Mads Østberg.

Entre los diez más eficientes en el plano absoluto, aparecen luego el Mitsubishi Mirage R5 de Gerardo Rosselot y Rubén García (cambió los reglajes del diferencial) y dos Rally4, los de Iván Fuertes y Luis Martínez.

Los dos españoles marcan el rumbo en la clase RC4, el madrileño navegado por Víctor Ferrero con un Peugeot 208 y asturiano acompañado por Juan Cruz Varela con Opel Corsa.

Fuertes totaliza hasta ahora un tiempo de 33m27.9s (a 95,2 km/h) y basó su liderato en un ritmo sostenido y rápido que le permitió mantenerse a 13.1s de su compatriota y a 13.1s del mejor binomio local en esta categoría, el que integran Mario Parra y Matías Améstica (Peugeot 208 Rally4).

El 208 asistido por Jadaf Competición dominó en el tercer tramo, altura del día en que Inde Racing ya había reparado los magullones del vuelco del asturiano en Rucamanqui 2, que no le causó más averías que las visibles y hasta le posibilitó ganar dos veces (PE1 y 3). Los uruguayos Luigi Contin y Sebastián González estaban para más. Con el Renault Clio Rally4, se quedaron con la segunda especial, pero algo más tarde su motor anduvo en tres cilindros antes de que los inconvenientes se trasladaran a los frenos hasta pasar a ser undécimos.

Con el mejor R3, Tadeo Rosselot y Sebastián Olguín llevaron a la cuarta posición a su Citroën DS3 (anteceden en esa categoría al Clio de Sebastián Silva y Sebastián Arancibia por 32.6s). En su regreso a la actividad después de no largar en Quillón, Felipe Padilla (ahora junto a Nicolás García), precediendo a Patricio Muñoz y Miguel Recalt, también tripulantes de un Peugeot. En R2, Jorge Riquelme y Camilo García se imponen por encima de Lucas Palma y Augusto Braun e Ignacio Etcheverry y Carlos Garrafa, todos con 208 1.6.

“Estoy de verdad contento de poder ganar mi primera etapa desde que participo en Copec RallyMobil y a modo de regalo de mi cumpleaños, que fue ayer. Con Víctor y el equipo, nos encontramos en gran forma. Nos presionan desde atrás, pero confío en que podamos mantener el rendimiento durante las dos próximas etapas”, señaló Iván Fuertes.

Otros retrasos y abandonos fueron los de Mauricio Pérez-Mauricio Oyarzún (Renault Clio R3, bomba de freno PE2), José Quezada-Alan Bascur (Peugeot 208 Rally4, problemas técnicos PE3) y Diego Maldonado-Nicolás Alarcón (Opel Adam R2, extremo de dirección, enlace a PE3).

21 autos de los 26 habilitados para largar siguen en acción. La de mañana es la jornada más extensa con seis tramos clasificatorios que abarcan 142 kilómetros en medio de un total de 610 desde las 09:03 hasta las 15:17.