Este año, Pedro Heller es una suerte de exponente indiscutido de una consistencia que le ha rendido muy buenos ahora frutos que el campeonato Copec RallyMobil ha llegado a su punto intermedio.

Con sus trabajos que combinan planteos medidos y la velocidad lo suficientemente alta como para no salir del lote de punta, el angelino pasó de ganar la primera fecha en Los Ángeles a ser segundo en Laja y San Rosendo y tercero en Chillán-Chillán Viejo y Santa Juana.

Esas producciones le valen que, en especial dado que su hermano Alberto sufrió un retraso que lo relegó el fin de semana pasado al sexto puesto general, el mayor de los Heller y su navegante Pablo Olmos estén a una sola unidad del liderato.

Viene en agosto otra fecha sprint (la tercera y última con ese formato nuevo para Chile) y partir de entonces otras en las que hay bastante más en juego. Hasta ese momento, el campeón nacional de la clase superior de 2018 habrá tenido el mérito de haber sido uno de los competidores más estables y rápidos de la categoría.

Heller dijo: “Nuestro comienzo en Santa Juana en el tramo de Río Lia no nos salió bien y varios rivales nos dejaron atrás. En ese instante estábamos sextos. Avanzar desde esa posición hasta terminar en el que fue el undécimo podio consecutivo del equipo Joker, o sea casi una temporada y media así, es un premio a no haber desistido en nuestro afán por seguir escalando lugares. Otras dos tranquilidades que nos quedan es que hicimos algunos cambios en el auto que se tradujeron en un aumento del rendimiento y también que logramos un objetivo relevante como era acercarnos más a los tiempos de quienes están bien adelante en cada prueba especial”.

Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos