En el inicio del Rally de Acrópolis, Ott Tänak superó a Sébastien Ogier por 11.7s segundos en una jornada llena de acontecimientos que podrían tener un impacto significativo en la puja por el título del Campeonato del Mundo de Rally.
Las escarpadas y pedregosas rutas griegas hicieron honor a su reputación y cuatro de los cinco pilotos que ocupan los primeros lugares en el certamen tuvieron problemas. El campeón 2019 salió beneficiado de todo eso y dejó en el liderato a su Hyundai i20 N híbrido en el que fue un óptimo triplete de la marca surcoreana al volver al parque cerrado en Lamia.
Ogier quedó segundo con el GR Yaris Rally1 de Toyota después e quien estaba en esa posición, Adrien Fourmaux con el Ford Puma de M-Sport, rompió un brazo de dirección en la PE4. Cuando la etapa estaba casi terminando, el francés sufrió un inconveniente con el turbocompresor que lo demoró al menos dos minutos y medio y lo relegó a la cuarta plaza.
Toyota Gazoo Racing no gozó de un día afortunado, pues Elfyn Evans perdió casi nueve minutos durante la mañana por una falla similar y Takamoto Katsuta se retiró en el tercer tramo con la suspensión trasera dañada tras escuchar mal una nota.
Detrás de Tänak, se ubicaron sus compañeros Daniel Sordo y Thierry Neuville, a 21.8s y 23.4s, respectivamente. El español lidió con una unidad híbrida defectuosa, en tanto que el belga sintió una merma de potencia en su impulsor desde temprano.
Con Sébastien Ogier cuarto a 1m41.2s, las posiciones quinta y sexta en la clasificación general fueron para participantes de la clase WRC2, ya que Grégoire Munster tuvo que parar a cambiar una rueda pinchada sobre el final, cayendo a séptimo.
Así, entre los Rally2 marcha adelante el Škoda Fabia RS de Robert Virves y el Toyota GR Yaris de Sami Pajari, quienes buscaron escaparse del líder del campeonato, Yohan Rossel, puntero en las primeras horas de acción con su Citroën C3, retrasado por un pinchazo en el famoso y duro sector conocido como Tarzán.
El estonio saltó de cuarto a líder recién en la última prueba de velocidad mediante un sensacional tiempo y solo después de que Rossel marcara el ritmo, imponiéndose en las cinco anteriores, por lo que estaba al frente con una ventaja de 46.5s hasta que tuvo que detenerse a cambiar un neumático que se había desinflado por completo a 10 km de la largada del tramo. El volante del Citroën retrocedió en ese instante al sexto lugar.
A pesar de todo, Virves (que no iba a correr aquí, pero reunió presupuesto a través de una campaña de redes sociales que le reportó 50.000 euros donados por los seguidores que tiene en su país) apenas le lleva un segundo y medio a Pajari, que no dejó de presionar.
La regularidad de Kajetan Kajetanowicz (Škoda) le reportó un buen tercer puesto. El polaco está 10.7s por encima del paraguayo Fabrizio Zaldivar (Škoda), con Nikolay Gryazin (Citroën) algo más atrás.
Pierre-Louis Loubet, Lauri Joona y Gus Greensmith, todos con Fabia, abandonaron.
En WRC3 y Junior dominó Norbert Maior, navegado por su hermana Francesca. La dupla rumana le sacó con el Ford Fiesta Rally3 más de 15s a Romet Jürgenson. Taylor Gill aspiraba a ser tercero, ambición que quedó trunca cuando rompió la goma delantera izquierda en la PE6, cayendo a quinto. Ali Türkkan encabezó los cómputos fugazmente, descendió a décimo y remontó hasta ser tercero en gran faena.
Por su lado, Jürgenson está siendo inteligentemente conservador, con la mente puesta en consagrarse campeón Junior, categoría en la que es puntero, en un evento que otorga puntaje doble para sus competidores.
El asunceno Diego Domínguez (h) venía tercero antes de romper un brazo de la suspensión trasera en el quinto parcial, infortunio que lo postergó a la décima colocación, como paso previo a imponerse en el último tramo.
Nataniel Bruun, de Bolivia, va octavo, en tanto que los peruanos José Caparó y André Martínez, se sitúan undécimo y 13º.
La segunda etapa recorre seis pruebas especiales más a lo largo de 116,23 km al sur del epicentro del rally.