Kalle Rovanperä encabeza una frenética batalla por el primer puesto del Rally de Portugal tras la primera etapa en los caminos de tierra correspondientes a los tramos ubicados mayoritariamente en el norte y centro del país.
Toyota Gazoo Racing goza plenamente de la satisfactoria jornada que vivió el equipo con sus GR Yaris híbridos, teniendo en cuenta que apenas un segundo es la diferencia que separa al bicampeón de su compañero de equipo Sébastien Ogier, que pasó en un minuto de cuarto a escolta del finés a pesar de que le falló el intercomunicador en la PE5 y de haber perdido algo de potencia eléctrica en la 8. Tan solo 4.7s más atrás se ubica, en gran labor y siendo el más rápido en el camino tres veces consecutivas el japonés Takamoto Katsuta.
La jornada fue de lo más reñida en todo sentido, ya que ofreció en ocho pruebas especiales de las nueve disputadas hasta ahora cinco ganadores distintos. La carrera había empezado anoche en Figueira da Foz (2,94 kilómetros) con triunfo parcial para el Hyundai i20 N de Thierry Neuville por seis décimas con respecto al francés.
Rovanperä penó con una tenue subvirancia en su auto en la mañana y el desgaste marcado de sus neumáticos traseros al terminar el día, pero eso no le impidió quedar al tope de las posiciones, aunque en medio de una encarnizada lucha que también tiene como protagonista al cuarto y mejor usuario de Hyundai, Ott Tänak, que se ubica a 5.4s del finés.
La elección de los compuestos de gomas fue crucial. La versión blanda de Pirelli fue la preferida por casi todos para las superficies arenosas de las rutas de la mañana, mientras que los duros entraron en juego por la tarde, cuando la repetición por esos sectores hizo que el fondo se deteriorara un poco, además de hacer temperaturas más altas.
Katsuta se destacó especialmente en Mortágua y Arganil. El único integrante de Toyota con menos fortuna fue Elfyn Evans. Su copiloto Scott Martin tuvo que recurrir al teléfono móvil para acceder a una copia digital de sus notas tras extraviar el cuaderno antes del séptimo tramo. Esa frustración se agravó con una rueda pinchada casi en el mismo lugar. Entre una cosa y otra, los británicos perdieron casi un minuto, así que son octavos.
Neuville abría la ruta y dejaba más limpia la trazada para los demás, así que accedió a ser sexto, detrás de otro i20, el de Dani Sordo. Entre ellos se llevan nada más que dos décimas, pero en general tampoco están lejos de la puja por el lote de vanguardia (entre 17.9s y 18.1s). El español también sufrió en algún punto una merma en la potencia híbrida, pero fue otro de los más veloces en tres oportunidades.
El mejor Ford Puma, conducido por Adrien Fourmaux, se ubica séptimo y del Grégoire Munster, noveno. Décimo absoluto es el mejor coche WRC, el Škoda Fabia RS de Oliver Solberg.
El joven sueco se sobrepuso a un problema de motor para llegar a Matosinhos con 7.3s a su favor en relación a Yohan Rossel (Citroën C3), con quien se debate por el liderato del certamen.
Fue superado efímeramente por su compañero en Toksport, Gus Greensmith, en la primera pasada por Góis, pero a partir de entonces recuperó el control y no soltó el primer puesto.
Solberg administró bien sus neumáticos a medida que la temperatura ambiente subía y el terreno se tornaba cada vez más rocoso y con huella. Sin embargo, no todo fue perfecto para él, pues padeció brevemente una falla de encendido que lo dejó en tres cilindros y hasta se paró completamente por un instante.
Greensmith marcha tercero a 13.3s y tuvo un inconveniente similar, un margen que podía ser menor de no haber hecho un trompo en la última especial.
Cuarto resultó Jan Solans con un Toyota GR Yaris Rally2 con el que precede a los Škoda de Josh McErlean y Lauri Joona. Entre los sudamericanos, Fabrizio Zaldívar es octavo y Marco Bulacia 24º (ambos con Fabia).
Un debutante en la clase WRC3, Tom Pieri, se convirtió en una de las revelaciones de la cita portuguesa, pero al cabo de la etapa fue el paraguayo Diego Domínguez (h) quien se situó en lo más alto con su Ford Fiesta Rally3.
Pieri, una nueva figura procedente de Francia, tripulaba un Renault Clio y se había impuesto en dos ocasiones por la mañana y dos más por la tarde, pero volcaron en la PE7. Salieron ilesos con su navegante, aunque con pocas probabilidades de retomar la carrera.
Así, Domínguez encontró en el boliviano Bruno Bulacia a su principal adversario. El duelo entre ellos es prometedor, considerando que 6.8s separan a uno del otro. Mattéo Chatillon (Renault) completa el podio provisional de esta categoría (a 55.6s) tras haber sido el más efectivo en dos parciales.
Se ubican posteriormente Jan Ćerny (Ford), Ghjuvanni Rossi (Renault) y el croata Slaven Sekuljica (Ford).
Los aficionados locales, además de disfrutar de un gran día de acción, recibieron la noticia del renovado acuerdo entre el Autóvel Club de Portugal y WRC mediante el cual la nación ibérica extiende su continuidad en el calendario del Campeonato del Mundo de Rally hasta 2026 inclusive.
Por el mismo motivo y otros relacionados a la fecha mundial de septiembre próximo, organizadores de la cita chilena y autoridades de la Región del Biobío mantuvieron hoy importantes reuniones.
La de mañana es la etapa más larga, con 145 km repartidos en dos vueltas de cuatro tramos antes del súperespecial de Lousada.