Alberto Heller y Luis Allende se convirtieron ayer en los primeros ganadores repetidos en lo que va de la temporada 2024 del campeonato Copec Rally Mobil al haberse impuesto en Quillón, donde se disputó la cuarta fecha.
El binomio del equipo Joker, que por primera vez fue el único de esta escuadra ante la ausencia de Pedro Heller (por compromisos laborales y familiares) se impuso sobre el Citroën C3 en los caminos de la Región de Ñuble, que la categoría visitaba de nuevo tras su paso por Chillán y Chillán Viejo en abril último, en 59m58s (a 96,6s km/h de promedio). El angelino llegó a la cima con un pequeñísimo margen de 1.2s por encima de Jorge Martínez y Alberto Álvarez.
La batalla con el Škoda Fabia RS de CBTech fue cambiante y pareja en todo momento, pero a ellos se agregó la puja con el Fabia Rally2 Evo de Martín Scuncio y Javiera Román, quienes sufrieron un desenlace de lo más desafortunado cuando abandonaron por el incendio que se fue desatando rápidamente en el auto de Point Cola Racing.
Transcurría el sexto tramo de un total de siete cuando la carrera no sabía quién de los tres podía ser el vencedor, ya que todos ellos estaban separados por apenas diez segundos. En un instante, Scuncio y Román observaron con sorpresa que aparecía llamas desde el motor de su unidad, se hicieron a un costado del camino, salieron sin problemas del habitáculo y descargaron sus dos extintores reglamentarios sobre el fuego, que no paraba de crecer, resignándose a presenciar con total desazón cómo en pocos minutos el producto checo quedó completamente calcinado.
El lamentable episodio trae aparejadas varias consecuencias que no solo implican la pérdida de un vehículo de punta para la escuadra basada en Concepción, sino también la imposibilidad del actual campeón argentino tanto de haberse llevado de Quillón (donde había obtenido su primer éxito nacional en 2022) un gran resultado y los puntos postergados en el fantástico duelo al que se venía acoplando con Heller y Martínez.
Antes del shock causado por este incidente entre todos los participantes y el público, el puntero y su escolta se habían repartido igual cantidad de tramos a su favor, con Scuncio rompiendo su hegemonía en otro.
El magnífico espectáculo que se daba hasta allí, sin embargo, se vio perjudicado algunos kilómetros más adelante. Alberto Heller se recuperó fundamentalmente en la segunda pasada por el trayecto más largo, Panicalco (de casi 19 kilómetros, en el cual también había sido el más veloz durante la mañana) y con escasos 2.9s él y el penquista llegaban a la definición en el Power Stage de las afueras de la ciudad anfitriona, de 3,76 km.
Jorge Martínez ganó ese parcial por 1.7s y se llevó los puntos extra propios del Power Stage, logrando que el campeonato esté casi tan parejo como había llegado hasta esta primera mitad.
Al tercer peldaño del podio subieron por primera vez Tadeo Rosselot y Sebastián Olguín, ratificando el constante crecimiento de esta dupla arriba del C3 Rally2 de la formación viñamarina. El monarca de la clase RC4 llegó a 1m52.3s de Heller, dejando atrás a su hermano Emilio, navegado por Tomás Cañete en su vuelta a la categoría luego de la faltad el piloto en Arauco por una intervención quirúgica.
El equipo Rosselot sufrió dos insospechadas bajas ya antes de salir del parque cerrado en la mañana. Mientras que Gerardo Rosselot se sintió muy disminuido físicamente por un estado gripal que se mezcló con un malestar hepático y no estuvo en condiciones de ser de la partida, a su primo Tomás Gallardo le falló el embrague del Citroën DS3 R3, razón por la cual tampoco largó.
Alberto Heller comentó: “Como sucede en estas fechas cortas, la definición se estiró hasta el final y el resultado se definió por muy pocos segundos. Nos exigimos al extremo para contrarrestar el buen andar de Martínez y Scuncio desde que se puso en marcha el rally y se nos dieron las cosas como para este logro que nos mantiene en la punta del certamen. Dedico la victoria a todos en Joker, a mi hermano, a quien extrañamos, al mismo tiempo que manifiesto mi solidaridad con Point Cola por lo que les pasó a Martín y Javiera. Paré sin dudar en la escena del incendio y lamento que todo haya sido así de dramático”.
Entre los autos de la clase superior, cerraron el lote Luis Núñez y Sebastián Medrano, muy conformes con haber terminado una prueba nacional con el Peugeot 208 T16 R5.
No obstante, el quinto absoluto fue el mejor usuario de una máquina de tracción simple, el uruguayo Ignacio Gardiol. Dominando desde un principio, el volante del Renault Clio Rally4 asistido por Jadaf Competición se apoderó de su segundo triunfo consecutivo en la división que le atañe, acompañado por el argentino Rubén García.
El porcentaje de efectividad de este binomio ayer fue muy elevado, puesto que apareció en lo mejor de los cómputos ininterrumpidamente desde la PE1 hasta la PE6. Su tiempo neto fue de 1h09m16.0s (a 83,6 km/h). El parcial restante fue para el líder del torneo, Felipe Arenas, junto a Sebastián Arancibia (Peugeot 208 Rally4).
Aún pinchando dos veces la rueda trasera derecha y padeciendo desde los ensayos del viernes una anomalía en los frenos de su Opel Corsa, Mario Parra y Matías Leiva remataron un excelente segundo lugar a 1m29.1s.
Arenas podría haber situado allí mismo, pero recibió una penalización de 30s al entregar su auto 3 minutos tarde a la salida de la asistencia del mediodía, que fue de media hora. El penquista llegó allí sin la cuarta velocidad en la caja, lo que obligó a la escuadra Megafiltros a cambiar la caja en 25m, con la asistencia de la gente de Villicar Competición y los colegas del Pacific Rally Team en una formidable muestra de tesón y compañerismo.
José Quezada y Alan Bascur acabaron cuartos con otro 208 1.2 turbo (también con problemas de frenos) y más atrás llegaron el 208 1.6 aspirado de Harold Cohen y Hugo Gajardo en su segundo éxito seguido en la subdivisión R2 y Carlos Prieto y Juan Cruz Varela (Peugeot), que debieron parar en un enlace a reparar un flexible de freno.
Con la abrupta recuperación evidenciada por el ganador al promediar el certamen, el montevideano ya está nuevamente en igualdad de condiciones frente a de los demás en cuanto a los puntos necesarios para pugnar por la corona.
Gardiol resaltó: “Nos genera mucho entusiasmo ver que hemos revertido los infortunios de principios de año con dos victorias seguidas. En Quillón, volvimos a sentirnos cómodos desde el principio. Habíamos hecho una buena hoja de ruta, el auto funcionó muy bien y la atención de Jadaf Competición fue tan eficaz como siempre. La organización del campeonato viene programando en todas las fechas una prueba opcional extra un día antes del Shakedown y casi todos venimos aprovechando eso. En nuestro caso, esa instancia ha sido valiosa para poner mejor a punto el Renault y hacer más kilómetros al volante, cosa que se traduce luego en más confianza a la hora de buscar un límite en cada tramo. Fue importante haber sumado todos estos puntos porque hay varios participantes encerrados en poca cantidad, así que estoy seguro que será una segunda mitad de temporada entretenida”.
De los 12 sobrevivientes, entre los invitados se destacó el hecho de que Diego Maldonado y Matías Améstica concluyeron undécimos en su primer contacto con el Volkswagen Gol 1.6 preparado por GT2i, el medio mecánico elegido para la copa monomarca que el viernes último quedó formalmente oficializada como parte del Copec RallyMobil a partir de 2025.
Los inconvenientes con los frenos fueron recurrentes, pues también derivaron en los abandonos de Nicolás Pérez y Enrique Pérez (Peugeot 208 Rally4, PE4) y Lucas Palma y Augusto Braun (Peugeot 208 Rally4, PE6). Javier Klein y José Hurtado desertaron por falencias técnicas (Peugeot 208 R2, PE5) y Francisco Asencio y Paulina Nasser por la rotura del múltiple de escape (Citroën DS3 R3, PE1).
La que sigue es la prueba más extensa del año y la que otorga más puntos: el Rally Chile Biobío, también válido por el Campeonato del Mundo, con epicentro en Concepción del 26 al 26 de septiembre.
Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos