Desde que el Rally de Montecarlo se largó el jueves por la noche, Sébastien Ogier no ha parado de dominar. Hoy, completó la segunda etapa manteniéndose como líder junto a Vincent Landais sobre un Toyota GR Yaris oficial.

Para el francés nacido en la ciudad alpina de Gap, por donde pasa la carrera, este es su evento local, en el cual viene demostrando su superioridad tras imponerse en cuatro de los seis tramos de esta jornada, lo que le redunda en una ventaja de 36.0 para lelgar con 1.9s segundos por encima de su compañero Kalle Rovanperä tras 145 kilómetros de velocidad.

La cita monegasca guarda buenos recuerdos para el ocho veces campeón mundial, nacido y criado en esta zona y que busca en esta clásica competencia ni más ni menos que su noveno triunfo.

Durante la mañana, se encontraba más de diez segundos delante de otro piloto Toyota, Elfyn Evans, quien en la quinta especial perdió más de 40s cuando pinchó un neumático.

A partir de este instante, Ogier asumió menos riesgos, incluso llevando una sola rueda de repuesto. Pese a todo, el galo continuó ampliando su margen.

Rovanperä protagonizó una linda batalla con Thierry Neuville, volante del mejor Hyundai i20 N ubicado. Entre ellos, rara vez se separaron por más de unas pocas décimas, pero el actual monarca de la categoría ser las rebuscó para llegara a parque cerrado con 1.9s a su favor.

Ott Tänak quedó cuarto en su retorno a M-Sport que lo ve conducir un Ford Puma Rally1 por primera vez. El estonio se sitúa a 16.3s de Neuville (y a 54.2s del líder), en tanto que se somete de forma paulatina a una presión creciente de parte de Evans, que busca recuperar el terreno perdido y en los últimos parciales fue contundente en el asfalto casi congelado.

Daniel Sordo fue sexto con otro Hyundai, algo frustrado por considerar que sus tiempos no estaban a la altura de los riesgos que corría en el camino.

El Yaris de Takamoto Katsuta se vio afectado por un problema con el freno de mano ayer, pero hoy todo salió mejor y el japonés pudo ser séptimo general y terminar el día arriba del i20 de Esapekka Lappi, que de a poco se va a acostumbrando a su nuevo medio mecánico.

Pierre-Louis Loubet anduvo la mitad de la etapa sin dirección asistida hasta que en un punto fue casi inmanejable y el Puma se salió del pavimento antes de un retome, por lo que fue superado por los dos primeros participantes de la clase WRC2, Nikolay Gryazin y Yohan Rossel.

El ruso de Toksport salió a matar o morir con su flamante Škoda Fabia RS, al punto de imponerse en todos los sectores, menos en uno. Esta mañana estaba a 16.7s del Citroën C3 de Stéphane Lefebvre, pero su ritmo fue tan alto que ahora le lleva casi medio minutos a su nuevo escolta, Yohan Rossel (Citroën).

Antes, Rossel era tercero porque en los compromisos nocturnos del comienzo del rally había perdido tiempo por causa de un pequeño error. Se recuperó hoy al ser el más rápido en el único tramo en el que no prevaleció Gryazin.

El español José María López se situó cuarto con el mejor Hyundai de esta división, aunque sin acertar con el compuesto de neumáticos ideal y conteniendo al Ford Fiesta Mk.2 de Adrien Fourmaux, que no tuvo mayores inconvenientes.

Con un Fabia Rally2 Evo, terminó sexto el ex-campeón europeo Chris Ingram, de nuevo a bordo de uno de estos coches tras varios meses de ausencia. El británico peleó palmo a palmo con el joven checo Erik Cais, quien también conduce un Škoda, terminando a 4.2s uno de otro.

Cais, a su vez, superó por un solo segundo al boliviano Marco Bulacia, desde Montecarlo acompañado por Axel Coronado.

La tercera etapa acción se traslada al oeste del Principado, en concreto a los Alpes provenzales, para desandar 111,78 km cronometrados para recorrer dos pasadas por tres pruebas especiales divididas por una zona de montaje de neumáticos y sin asistencia intermedia.