El Rally Safari de Kenia plantea para su definición de mañana una interesante lucha entre los compañeros de Toyota Gazoo Racing, Sébastien Ogier y Kalle Rovanperä, a falta de cuatro pruebas especiales.

Los GR Yaris mandaron en todos los tramos de la segunda etapa y Ogier parecía decidido a terminar con cierta comodidad en una jornada en la cual el el octavo tramo mostró múltiples pinchazos de neumáticos.

 

Como ya ha acontecido antes, un repentino aguacero en el camino conocido como Sleeping Warrior (Guerrero Durmiente) provocó el caos. Los senderos polvorientos se transformaron en puro barro y el francés, último de los Rally1 en arribar a la meta, sufrió con dos ruedas que durante un largo rato anduvieron casi sin aire.

Esto significó que su ventaja se achicó a la mitad y que mañana partirá con 16.7 segundos a su favor sobre el actual campeón. Para el equipo que representa a la marca japonesa, la repetición del 1-2-3-4 en África parece estar más cerca, en la que sería en una repetición contundente de lo vivido por las filas dirigidas por Jari-Matti Latvala el año pasado.

Por la tercera posición, lucharon intensamente el Hyundai i20 N Esapekka Lappi, que estaba en el podio provisional hasta la PE12 y penúltima de hoy, antes de retrasarse por el que habría sido un defecto en el eje de transmisión. Así, Elfyn Evans heredó ese lugar solo para ser superado al poco tiempo por el cuarto Toyota, el del japonés Takamoto Katsuta. El galés, no obstante, volvería a su sitio antes del parque cerrado. Curiosamente, entre ellos también hay una separación de 16.7s.

Daniel Sordo llevó al quinto puesto al único Hyundai sobreviviente, a 3m52.3s de Sébastien Ogier y precede por mucha diferencia al Ford Puma de Ott Tänak, que fue avanzando en el clasificador pese a haber tenido que detenerse una vez más a cambiar ruedas pinchadas con su navegante Martin Järveoja. El segundo Ford, conducido por Pierre-Louis Loubet, marcha séptimo general. Thierry Neuville remontó hasta ser noveno.

Detrás de Loubet se ubica el mejor auto de la clase WRC2, el Škoda Fabia de Kajetan Kajetanowicz, que pasó al frente en esa categoría cuando el Ford Fiesta del líder Grégoire Munster cayó a la sexta plaza.

El polaco fue el piloto a batir en los tres parciales de la mañana, adoptó la punta y vio cómo el joven luxemburgués se le venía encima de nuevo después de la asistencia, solo por un instante tras el cual el volante de M-Sport comenzó a sufrir una falla mecánica.

Mientras que el tres veces campeón europeo lleva más de 10m de ventaja, su escolta es Oliver Solberg (Škoda) a más de cuatro minutos y medio. Por su lado, el checo Martin Prokop (Ford), disfruta de su mejor Safari hasta el momento y se encuentra en condiciones de subir al podio tras haberse distanciado del Fabia del keniano Carl Tundo.

En WRC3, Diego Domínguez (h) se relajó tras la deserción del local Hamza Anwar, quien se quedó detenido en un cruce de agua al principio. El siguiente en caer fue Jason Bailey. El canadiense se había impuesto en la primera especial de la etapa, pero acabó dañando el cárter del Fiesta Rally3, promoviendo a Jeremiah Wahome a la segunda posición.

El joven paraguayo no tuvo tiempo ni de almorzar, pues se dedicó a ayudar a los mecánicos a cambiar la caja de velocidades de su máquina, que acusaba complicaciones. Domínguez podría conseguir su segunda victoria de la temporada para pasar a ser segundo en el campeonato.

La tercera jornada de competencia no es sencilla, pues consta de tres tramos que se repiten, así que todavía al Safari keniano le resta un buen trecho antes de la meta cerca del Lago Naivasha.