Sébastien Ogier está a punto de conseguir su novena victoria en el Rally de Montecarlo, esta vez navegado por Vincent Landais. Si el francés logra su cometido en la prueba en la que ejerce más localía que en cualquier otra, establecerá un impresionante récord.
El piloto oficial Toyota se concentró en mantener la ventaja de medio minuto que ostentaba hasta esta mañana a lo largo de los seis tramos de esta tercera jornada de competencia, la primera del Campeonato del Mundo de la especialidad, a pesar de que su cautela estrechó considerablemente su margen con respecto a su escolta.
Rumbo a las montañas provenzales, Ogier se enfrentó a condiciones de piso adversas al largarse en orden invertido, con algunas piedras y barro que arrojaron los autos que precedían al suyo.
Siendo justo, y sin arriesgar indebidamente, quizás recordando la el pinchazo contra una piedra del año pasado, el francés pudo controlar el importante descuento de tiempo ejercido por su compañero de equipo y actual campeón, Kalle Rovanperä.
Para la última etapa, la diferencia entre ellos es de 16 segundos, así que la carrera se definirá en los cuatro parciales dominicales. Recién entonces se sabrá si el líder consigue superar por un triunfo a su compatriota Sébastien Loeb en este tradicional evento.
Rovanperä ganó dos de los tres tramos matinales y con ello tomó distancia del mejor Hyundai i20 N, el de Thierry Neuville, quien por su lado respondió adjudicándose los dos sectores que daban por concluida la jornada.
El belga está ahora a otros 16s del finés (y 32s del puntero), así que podría ejercer más presión mañana. Mientras, Elfyn Evans lleva al cuarto puesto a un tercer GR Yaris híbrido. El galés superó a Ott Tänak en la segunda especial cuando el estonio empezó a retrasarse por problemas con la dirección asistida de su Ford Puma, un percance que no se pudo reparar al no contar la etapa de hoy con asistencia intermedia. Evans está a 24.5s de Sébastien Ogier y Tänak a 40.8s.
Takamoto Katsuta ascendió a la sexta posición con su Toyota al dejar atrás al i20 N de Daniel Sordo en la primera pasada por el camino entre Le Fugeret y Thorame-Haute. Esapekka Lappi (Hyundai) realizó algunos ajustes anoche y esta vez se sintió mucho más cómodo con su nuevo auto hasta que una goma pinchada en la PE12 le hizo perder tiempo, aunque no afectó a su lugar en la clasificación general.
Como el Puma de Pierre-Louis Loubet se retiró con la suspensión trasera rota por chocar un puente en el noveno tramo, Nikolay Gryazin y Yohan Rossel quedaron entre los diez mejores absolutos con máquinas de la clase WRC2.
En ella, el ruso demostró el mismo ritmo que antes, es decir que anduvo al límite con su Škoda Fabia RS, de vez en cuando librándose de situaciones comprometidas.
Cerca del final, le llevaba 45 segundos a Yohan Rossel, pero un pinchazo en la rueda delantera derecha redujo mucho esa diferencia, concretamente a 15.2 con respecto al galo del Citroën C3.
Seguramente, se dará una lucha interesante entre ambos en la cuarta etapa. Como Gryazin y Rossel se alejaron de los demás, la puja por la tercera plaza fue realmente intensa entre el Citroën de Stéphane Lefebvre y el Hyundai de José María López.
El español se dio con el gusto de pasar al actual campeón del torneo belga y llegar al parque cerrado con un margen a su favor de 2.9s.
Si bien Oliver Solberg no ha designado este rally como puntuable para su certamen 2023, lo está corriendo con un Škoda sobre el que marcó muy buenos registros. En un sector, el sueco de 21 años golpeó el tren trasero del RS Fabia del lado izquierdo, pero siguió adelante.
El itinerario de mañana prevé la repetición del famoso Col de Turini, que será Power Stage para un cierre de competencia en verdad interesante.