La semana pasada, Kalle Rovanperä cumplió con el sueño de conducir un auto de Fórmula 1. El bicampeón mundial de Rally fue invitado a probar un Red Bull RB8 de la máxima categoría de monoplazas en el circuito austríaco Red Bull Ring el viernes último.

Rovanperä es atleta de la marca de bebidas energéticas, lo que sin dudas facilitó la posibilidad. El joven piloto de Toyota Gazoo Racing se tomó este año de una forma algo más relajada hablando de Rally, pues también le atraen otras disciplinas, por lo cual en lo que va de 2024 le ha dedicado algo más de tiempo a sus incursiones por la Copa Porsche Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo) y a pruebas tipo Drifting.

El volante finlandés de 24 años entró en ritmo girando primero en máquinas de Fórmula 4 y Fórmula Renault 2.5 antes de sentarse a los mandos de un ejemplar de 2012, dotado de un poderoso motor de 8 cilindros en V, con el cual dio unas 50 vueltas. Previamente, el equipo lo había citado en su sede de Milton Keynes (Gran Bretaña) para entrenar exhaustivamente en su simulador profesional.

“Fueron días muy interesantes en los que pude ir de menos a más manejando tres clases de coches de fórmula. A lo del Fórmula 1 lo esperaba con ansias. Todo salió bien y me llevé estupendas sensaciones. Las principales diferencias que hallé pasaron por la aceleración tan repentina, por cómo el Fórmula 1 tiene una actitud más al estilo de un kart, pero con muchísima fuerza y la proporción descomunal de adherencia, a pesar de que sus suspensiones trabajan poco. Con esos parámetros, se consiguen velocidades de curva impresionantes. También te exige más físicamente, por lo extremo de la fuerza G lateral que ejerce y lo potente de las frenadas. La posición al volante cambia mucho. Lo pasé de una manera fenomenal, así que agradezco a la escuadra Red Bull Racing por esta oportunidad”, comentó el ganador del Rally Chile Biobío 2024.

Tiempo atrás, habían hecho o propio sus colegas Sébastien Ogier (también con un Red Bull) y Sébastien Loeb (con un Toro Rosso).