En el día de su 22º cumpleaños, Kalle Rovanperä festejó imponiéndose en la segunda etapa del Rally de Nueva Zelandia, del que ahora es líder general con su Toyota GR Yaris con una ventaja de 29 segundos sobre su compañero de equipo, Sébastien Ogier.
Durante los seis tramos sabatinos al norte de Auckland pasaron varias situaciones que podrían ser decisivas en cuanto al Campeonato del Mundo. Para el finés, que fue el más rápido en dos parciales, la guinda del pastel fue acumular un margen de 46.4s sobre su principal adversario, Ott Tänak, que descendió un puesto más, siendo ahora tercero con el mejor Hyundai i20 Rally1 tras recibir otra penalización, esta vez de diez segundos.
Rovanperä no quedó exento de otro recargo por el mismo motivo, aunque de 5s. Todas tienen que ver con el uso excesivo de la potencia eléctrica extra en sus autos, en el caso del estonio como reincidente en la PE7. Fueron seis tramos con lluvia en casi todos y pisos sanos, pero muy embarrados.
Si la carrera terminara tal y como está, al piloto escandinavo le alcanzaría con ser cuarto o mejor en el Power Stage para convertirse en el campeón más joven de la historia de la categoría.
Ogier llegó tarde a la duodécima prueba especial y fue penalizado con diez segundos, pese a lo cual se mantuvo en el lote de vanguardia y buscando cosechar varios puntos para su marca mientras el líder hasta ayer, Elfyn Evans, derrapó de más con su Yaris en la superficie resbaladiza, golpeó la parte trasera, torció la jaula antivuelco y -por ese motivo- ya no podrá seguir en competencia.
A casi un minuto del podio se encontraba Thierry Neuville, pero tanto el belga como el tercer Hyundai en manos de Oliver Solberg fueron recargados al igual que Tänak por incumplir la normativa de los coches híbridos. Los comisarios técnicos dictaminaron que el procedimiento se había infringido el viernes cerca del final de la jornada. Antes, Neuville se había quedado sin la tercera velocidad en la caja.
Solberg, con ciertos inconvenientes de encendido, había trepado un puesto a costa de la salida del camino de Takamoto Katsuta (Toyota) en una curva cerrada del penúltimo tramo.
Gus Greensmith venía siendo el mejor representante de Ford hasta que sufrió un aparatoso vuelco con su Puma en la PE10. El inglés tampoco será de la partida mañana luego de que M-Sport evaluara los daños en la estructura de su máquina.
El desgaste entre todos ellos fue alto y le permitió al primero en la clase WRC2, Haydn Paddon, ubicar a su Hyundai i20 N en el sexto lugar general, superando al tercer Ford de la división superior, conducido por Lorenzo Bertelli.
La figura local empezó el día tratando de escaparse adelante antes de que el rally se detuviera en el sector cancelado por el accidente de Greensmith. Paddon agregó otros 20s a la diferencia que tenía con respecto al tricampeón europeo Kajetan Kajetanowicz (Škoda Fabia).
El polaco era asediado por otro neozelandés, Shane van Gisbergen, que es líder en Australia del certamen Supercars V8 y solo tienen algunos rallies encima. Sin embargo, el Fabia rojo de ése último se retrasó por el pinchazo de una rueda delantera.
Harry Bates, actual monarca australiano en esta disciplina, se vio relegado por un desliz contra un poste de electricidad en el que se rompieron algunos elementos de su unidad. No obstante, Bates es cuarto, precediendo al Citroën C3 del germano Armin Kremer, que corre con su hija Ella.
La tercera etapa contempla dos pasadas por Whitford Forest Te Maraunga Waiho (8,82 km) y Jack’s Ridge (6,77 km). Esa última ruta será donde se dispute el Power Stage.