Cuando Martín Scuncio vuelva a correr por caminos chilenos a fines del corriente mes en el Rally Chile Biobío, se producirá bajo una serie de circunstancias. Primero, lo hará en una competencia que revista doble importancia al ser válida por el Campeonato del Mundo (su segunda participación a este nivel) y por el Copec RallyMobil, con Javiera Román de navegante y en un Škoda Fabia RS, la última evolución tecnológica del producto checo.

¿Cómo llegaste a esta instancia, Martín?

Han sido meses de mucho trabajo para poder subirme a un auto como el nuevo Fabia en mi segunda edición de la cita mundial chilena. Algunas gestiones se nos complicaron por el tema del calendario argentino, ya que estoy compitiendo allí, y las elecciones primeras del país. En Point Cola Racing, teníamos la logística preparada como si tuviéramos que trasladar todo a la fecha de mediados de octubre que estaba prevista en Uruguay, pero al haberse reemplazado ese destino por otro, el panorama cambió. Para entonces, ya habíamos hecho una gestión con la escuadra española Race Seven, que nos garantizaba uno de los Škoda más nuevos de los que ellos disponen puesto en Chile en tiempo y forma. Con los pocos de estos ejemplares que hay fuera de Europa, se trataba de una oportunidad imperdible por más que los costos fueran un poco más elevados. Quizás en esta idea haya un componente de riesgo por el hecho de subirme sobre la hora a una unidad que no conozco, pero eso no me molesto. Quiero pasarlo bien, disfrutar y llegar a la meta, cosa que no logramos en 2019 cuando abandonamos apenas a 30 kilómetros de la llegada con el Hyundai i20. Teníamos que asegurarnos algo bien armado porque desde el minuto que supimos que se había recuperado este evento, asumimos que para nosotros era de lo más importante en la temporada ser de la partida en una prueba de esta importancia en casa, donde vivimos desde hace tantos años.

¿Has tenido de parte de Race Seven algún anticipo orientativo de cómo puede ser la versión RS?

No hemos hablado mucho por teléfono sobre eso. Me parece que habrá que descubrirlo de buenas a primeras en las pruebas del lunes previo a la largada y después en el Shakedown, lo cual no es mucho. Para más, ni siquiera me dan los tiempos para ir a Europa a programar un ensayo porque se me encimaría con la séptima fecha argentina en el norte de Santa Fe. Dicen que el chasis es más rígido y que puede tornarse más complicado en algunos sectores para llevarlo derecho. Hasta que me pasé al Rally2 Evo de Škoda, yo solo podía comparar con el Hyundai. En pleno rally, tendremos que adaptarnos a neumáticos Pirelli que son de un compuesto distinto al que conozco, por ser menos duro, pero también habrá que ver qué pasa con el tiempo. Ya sabemos que si llueve, esa condición a los caminos le sienta bien, mientras que si está seco el piso se nota extremadamente abrasivo y habrá muchísimo desgaste de neumáticos.

¿Qué rol ha jugado en lo que va del año tu navegante Javiera Román?

Ha sido un gran acierto incorporarla de nuevo al equipo. Ahora, ella está muy motivada con esta fecha mundial que tiene sede en justamente en Concepción, su ciudad. Javiera tiene mucho que ver en los muy buenos resultados que estamos consiguiendo. Cuando en su momento tomamos por caminos deportivos diferentes, sabíamos que nos reencontraríamos y que sería para bien. Tiene la capacidad para concentrarse a pleno o retarme por algo cuando cree que tiene que hacerlo porque es por algo constructivo. En Argentina la aprecian mucho y cuando ven sus cámaras a bordo, se preguntan cómo hace para ir cantando las notas con tanta calma a pesar de que en estos Rally2 se viaja rápido.

¿Estás en un momento deportivo especial al ser líder del Campeonato Argentino con dos victorias, tres segundos puestos y un tercero en seis fechas disputadas?

Nunca es fácil ir adelante en un torneo de un país con tantos competidores y más de un siglo de ejercicio de este deporte como es Argentina. Fuimos avanzando rally a rally y progresando con lo que le vamos haciendo al auto. La consistencia está resultando clave y eso se tradujo en seis podios en media docena de presentaciones. Estamos siempre en la pelea. No es sencillo por la variedad de caminos que ofrece el país, desde montañas con tramos muy sinuosos con cien curvas en un kilómetros y piso roto a zonas llanas con rectas de casi 1.000 metros. Chile, en cambio, posee rutas que son muy exigentes, pero uno asume que la mayoría de las veces tienen en común su carácter boscoso, por lo que casi todo es más predecible. Llegar a ese título es mi prioridad en 2023, aunque hemos tenido que escuchar tantas cosas ingratas sobre nosotros que hasta he puesto en duda que en el futuro cercano siga en este certamen. Son cuestiones dañinas que no me aportan porque es una carencia enorme de camaradería. Hasta nos han tratado de tramposos y yo jamás gané haciendo trampa. Mi padre cada tanto insiste que le gustaría ser presidente de la categoría. Si así ocurriera, es un hecho que yo no correría en el mismo campeonato donde haya un familiar directo involucrado. Apoyaría su gestión, pero desde abajo.

Si has estudiado el recorrido del Rally Chile Biobío, ¿qué es lo que de antemano más te atrae?

Me gusta mucho María Las Cruces. Su dibujo es excepcional, incluso cuando el agregado reciente no me termina de convencer porque se puede complicar su descenso final si no estamos bien de caucho. Desde el inicio y la trepada debe ser uno de los lugares más lindos en los que me ha tocado conducir desde que empecé en el Rally.

Fotos: Lucas Martínez (Rally Argentino)