En Francia, Peugeot Sport comenzó a producir los 208 Rally4 en 2020. Con rapidez, este modelo se convirtió en un éxito en ventas, así como en el plano deportivo, en varias partes del mundo.
En América, hay algunos en Perú, Ecuador y Paraguay, pero es en el campeonato Copec RallyMobil donde su crecimiento dentro de la lista de anotados con máquinas de tracción simple ha dado que hablar.
Últimamente, la pandemia global de coronavirus se ha confabulado con un incremento exponencial de los costos de traslado de un continente a otro, mientras que el conflicto bélico generado la invasión rusa a Ucrania ha generado demoras importantes en el suministro de piezas de muchas empresas automotrices y, por consiguiente, en la entrega.
Para paliar estas dificultades, el grupo Stellantis ha propiciado un acuerdo con Peugeot Argentina para que la marca del león construya este modelo de competición en su planta de El Palomar.
Para ellos, se recurriría al montaje de los elementos especiales llegados desde Europa sobre las unidades locales salidas de la línea de producción ubicada en las afueras de Buenos Aires, donde la firma opera desde hace 62 años.
Para la región, tampoco se descarta la puesta en funcionamiento de una muy necesaria copa monomarca, tal como sucede en varios lugares del Viejo Mundo. Un objetivo mencionado es llegar al alistamiento de diez unidades (quizás para noviembre o diciembre) para que éstas puedan correr a partir de 2023. En el mundo, ya se han vendido prácticamente 300 de estos ejemplares provenientes de tres factorías distintas, factor que revela con certeza que el grupo tiene la experiencia de armar autos idénticos en más de un sitio, amalgamando la producción de los vehículos de serie con los de carrera.
Desde las oficinas latinoamericanas de Stellantis Motorsport, se sugiere que al 208 Rally4 argentino le resultaría complicado venderse a un precio inferior a los 72.000 o 75.000 euros más IVA, que no difiere mucho de su valor europeo (67.000 euros por catálogo) trasladado a naciones con menor carga impositiva, como Chile, adonde hay que agregar 5.000 euros de trasladado marítimo.
El mayor beneficio del proyecto pasaría por evitar demoras en los pedidos, facilitar la venta y evitar los costos de importación y flete en otros países de la zona, un impacto que se sentiría en general, pero más notoriamente en Argentina, debido a sus astronómicos y cuantiosos impuestos, así como por las dificultades devenidas de ingresar bienes desde el extranjero.
Lo principal para la compañía es aceitar los procesos de importación, logística y producción industrial, antes de pensar en ventas.