Con un número significativo de bajas, la primera etapa del Rally de Portugal consagra provisoriamente a Ott Tänak y Martin Jarveoja con uno de los Hyundai i20 WRC oficiales.

Ayer, Elfyn Evans había situado a su Toyota Yaris como el mejor en el Shakedown, superando al estonio por dos décimas. Después, la carrera se largó a la noche desde la ciudad de Coimbra.

La zona norte del país ha sufrido lluvias frecuentes en las últimas semanas, por lo que a la mañana los pisos todavía estaban muy húmedos hasta que el sol los fue secando.

Esta jornada de apertura de la prueba, con ocho tramos, ofreció un final frenético, pues aunque Tänak domina, Hyundai Motorsport podría haber acaparado las tres mejores posiciones.

Evans es segundo a seis segundos exactos, ubicándose allí luego de que a Daniel Sordo se le parara el motor de su auto en un retome mientras veía al tope de la clasificación, concretamente en la penúltima prueba.

Peor fue la de Thierry Neuville, quien se excedió en la velocidad e ingreso a una curva a la derecha, golpeó un talud y volcó. Una vez enderezado el coche, el belga pudo llegar a la asistencia en Matosinhos, pero con la suspensión trasera destrozada, especialmente del lado derecho, viéndose obligado a abandonar.

Ott Tänak empezó la etapa ganando y luchando arduamente con Sordo, pero posteriormente se retrasó al sufrir un pinchazo antes de capitalizar los problemas ajenos para pasar de nuevo a lo más alto en los resultados.

En el fondo arenoso imperante durante la mañana, la goma de compuesto blando fue la opción preferida, mientras que a la tarde entraron en juegos los neumáticos más duros para caminos más ásperos y pedregosos. Con los primeros, Evans sintió que su máquina era algo inestable.

Takamoto Katsuta (Toyota) disfrutó de su mejor día en la categoría al mantenerse cuarto, por delante de su compañero Sébastien Ogier. El francés permanecía séptimo, pero los inconvenientes de los demás y haber hecho el mejor tiempo en Mortagua lo elevaron a quinto.

Al principio, Kalle Rovanperä se quejó de subvirancia, pero al mediodía cambió la puesta a punto de su Yaris y se adjudicó un parcial gracias a ello y pudo ocupar la sexta plaza. Una goma pinchada le costó 45s a Gus Greensmith, pero el británico consiguió meterse entre los tres piotos de punta en un tramo por primera vez a los mandos de un Ford Fiesta de M-Sport. Greensmith es séptimo y precede a la segunda unidad de ese equipo, la de Adrien Fourmaux, demorado unos 30s por un trompo seguido por un pinchazo en la zona con más piedras.

El puntero de la clase WRC2, Esapekka Lappi, y su compañero Nikolay Gryazin completaron el lote de los diez más eficaces del día. Pierre-Louis Loubet estrelló su i20 en la PE2.

El finés y el ruso conducen sendos Volkswagen Polo GTI R5 y se alternaron el liderazgo casi en cada tramo hasta terminar a meros 2.2s entre sí.

Con un Ford, Teemu Suninen va tercero, complicado solamente con el polvo en suspenso al final, previo a imponerse en un tramo. Oliver Solberg fue el más veloz en la pista de Rallycross de Lousada con un Hyundai y es cuarto.

Aproximadamente a un minuto y medio de Lappi, marchan quintos Marco Bulacia y Marcelo Der Ohannesian con el mejor de los Škoda Fabia de Toksport en su debut en esta competencia y con algunos inconvenientes con una puesta a punto de la suspensión que no lo favoreció.

Detrás del boliviano aparecen el Citroën C3 Rally2 de Mads Østberg (se detuvo 1m30s a cambiar una rueda pinchada en Arganil), Martin Prokop (Ford). El tercer representante de M-Sport, Tom Kristensson, anduvomucho rato con tracción trasera exclusivamente hasta que tuvo que retirarse cuando cayó en una zanja.

Yohan Rossel llevó a su Citroën a ser primero en WRC3, adoptando una táctica medida desde el inicio, pero con un ritmo que fue incrementando hasta imponerse en las PE5 y 6 por 3.5s sobre el Fabia del polaco Kajetan Kajetanowicz.

Chris Ingram es tercero con Škoda, cuarto Nicolas Ciamin (Citroën) y quinto el mejor local, el excampeón mundial de Grupo N, Armindo Araújo, con otro Fabia. El portugués controla a Egon Kaur, que con un Polo lo acosa a 3s.

Fabrizio Zaldívar se halla en octavo lugar a 1m37s.3s de Rossel y casi 14s encima del chileno Alberto Heller, quien -navegado por Marc Martí- vuelve aquí a participar a nivel internacional, ahora con un C3 de Tagai Racing Technology.

Emilio Fernández y Rubén García abandonaron en el quinto parcial al arrancar una rueda delantera del Fabia Toksport. Dos Citroën españoles, los de José María López y Jan Solans, desertaron al dañar sus suspensiones por salidas de ruta, en ambos casos cuando marcaban el rumbo de la carrera. Emil Lindholm quedó de a pie cuando los pinchazos en su Fabia le dejaron sin neumáticos suficientes para continuar.

En la división Junior, Sami Pajari se situó primero desde la PE2 y llegó a Matosinhos con 25.7s a su favor con relación al eslovaco Martin Koči.

Jon Armstrong hizo cuatro tiempos más rápidos (la mitad de la etapa), pero pinchó una goma y, para colmo, el Fiesta Rally4 se cayó del crique en la prisa por hacer el cambio, perdiendo allí al menos 4m30s.

Koči fue líder fugazmente y en los últimos kilómetros superó al letón Mārtiņš Sesks, dejando a Armstrong cuarto y -más atrás- a Robert Virves, Will Creighton (segundo hasta que se rompió una parte de su transmisión) y Lauri Joona. Raúl Badiu quedó fuera de contienda a causa de una dirección torcida.

La segunda etapa ofrece seis tramos, aunque una distancia mayor que la de hoy. Serán dos bucles idénticos en las montañas de Cabreira.