Disputados 17 de los 21 tramos en Cerdeña, Ott Tänak se encamina a una muy necesaria victoria en esta nueva feca del Campeonato del Mundo con su Hyundai i20 N Rally1 tras haber quedado como líder al final de la segunda etapa luego de que Esapekka Lappi, primero absoluto hasta ayer, se saliera del camino esta mañana a poco de empezar la jornada.

El estonio campeón de 2019 larga mañana con 46 segundos de ventaja con respecto al Ford Puma de Craig Breen.

 

Lappi intentaba estirar sus siete décimas de diferencia en Tempio Pausania cuando su Toyota GR Yaris rebotó fuertemente dos veces en una contracurva, situación que lo llevó a perder el control, despistarse y arrancar la rueda trasera izquierda.

Tänak se vio entonces en la posibilidad de escaparse de sus perseguidores, una táctica que aprovechó imponiéndose en seis de las siete pruebas especiales para llegar más holgado a al cierre de la competencia, que consta de solamente cuatro parciales.

 

El otro mejor tiempo fue para Breen en una etapa calurosa y polvorienta. El irlandés y se hizo del puesto de escolta cuando su compañero en M-Sport, Pierre-Louis Loubet, pinchó una goma temprano.

Daniel Sordo (Hyundai) presionó al piloto de Ford por un instante, pero éste se consolidaría en su lugar, así que el español se ubica tercero. Loubet fue cuarto tratando de remontar y de que no le dé alcance Kalle Rovanperä, cuyo Yaris partió octavo, pero remontó sólidamente hasta situarse quinto.

 

El finés llegó hasta allí especialmente cuando Adrien Fourmaux estrelló su Puma en el último tramo (Monte Lerno), suspendido por bandera roja.

Takamoto Katsuta (Toyota) es sexto a casi cuatro minutos del líder, cauto a partir de cuando su radiador golpeado empezó a perder líquido en un mediodía esta vez sin asistencias.

 

Thierry Neuville terminó con sus ilusiones de repuntar en el torneo al protagonizar un vuelco con su Hyundai, que llegó al final del sector, aunquepño muy dañado. Elfyn Evans (Toyota) quedó tirado por segunda vez al romper la suspensión trasera.

Gus Greensmith llegó séptimo con otro de los Ford, en tanto que el resto de las diez primeras colocaciones se completaron con participantes de la clase WRC2.

 

Entre ellos, al frente quedó el Škoda Fabia Rally2 Evo del ruso Nikolay Gryazin, unos 45s por encima del Citroën C3 de Jan Solans y con Chris Ingram (Škoda) a 1m.

Gryazin estaba a espaldas de Andreas Mikkelsen, que se retiró por problemas de motor y frenos en la PE13. Ahí mismo, Jari Huttunen sufrió un pinchazo en su Fiesta Rally2 y cayó de tercero a cuarto, con lo cual el boliviano Marco Bulacia (navegado en su Fabia por Marcelo Der Ohanessian) pase a su posición, privilegio que le duraría poco, pues se detuvo brevemente a 4.5 km de la largada y retrocedió a 13º.

 

Con las demoras de los demás, el joven finés Sami Pajari (actual puntero de la división Junior aquí debutando en esta categoría con un Fabia ) es quinto, precediendo al Volkswagen Polo GTI de Eerik Pietarinen y a un muy recuperado Emilio Fernández, ahora séptimo tras haber avanzado ni más ni menos que cinco puestos en comparación a la primera etapa.

 

Bruno Bulacia (Škoda) es 17º y Fabrizio Zaldívar tuvo inconvenientes en su Hyundai que lo relegaron a 26º.

En WRC3, un percance eléctrico en la penúltima prueba especial retrasó Jan Černý, por lo que el nuevo puntero es el joven paraguayo Diego Domínguez (h). En su primera incursión con un Ford Fiesta Rally 3, Domínguez fue presionando más y más al checo hasta que lo hizo equivocarse en horas de la tarde. Golpeó una piedra que le ocasionó una falla eléctrica. Con su copiloto Tomas Streska se esforzaron por reparar eso, lo que no es impidió quedar a 4m34.6s de su rival.

 

El húngaro Zoltán László se encuentra tercero.

Mañana, las tripulaciones se dirigen al norte de Alguer a lo largo de la costa mediterránea para repetir dos pasadas por Monte Baranta (14,51 km) y Sassari-Argentiera (7,10 km), donde poco después de las 12:15 terminará el rally.