Ott Tänak controló el acecho de Kalle Rovanperä en Finlandia y se adjudicó uno de los mayores clásicos del Campeonato del Mundo de Rally hoy. El estonio de Hyundai Motorsport ganó allí por tercera vez en su campaña y por segunda en lo que va de la temporada 2022. La vez anterior había sido en Cerdeña el pasado mes de junio.

El líder del torneo lo siguió desde ayer muy de cerca, al extremo de terminar a tan solo 6.8 segundos en una segunda posición medida y en la que no tomó riesgos innecesarios. Por el contrario, la joven estrella de Toyota Gazoo Racing dio los pasos perfectos para consolidarse al tope de la tabla de puntuación, tarea que reforzó ganando esta tarde el Power Stage.

Con esto, Tänak ascendió al rol de escolta de Rovanperä, superando a su compañero Thierry Neuville.

La lucha por el triunfo fue muy interesante. El piso seco de la tercera etapa garantizó velocidades más altas que las de ayer y los dos primeros llegaron a empatar su registro en el tramo de Ruuhimäki durante la mañana.

Al ubicar a tres GR Yaris entre los cuatro más efectivos de la clasificación general, Toyota también se encuentra cómoda entre las marcas.

Otra figura local, Esapekka Lappi, completó el podio a 1min13.9s. Tuvo suerte de llegar a la meta, pues volcó en la prueba especial 21, la penúltima. Dañó su radiador en el incidente, pero lo pudo tapar con resina epoxi justo a tiempo, corriendo el trayecto restante sin parabrisas.

Elfyn Evans fue cuarto y, al igual que Lappi, debió poner manos a la obra y arreglar la suspensión trasera de su Toyota, recurriendo a un montón de bridas.

No fue un fin de semana productivo para Neuville, quien sufrió problemas de puesta a punto en su i20 N. Acabó quinto, por delante del Yaris del japonés Takamoto Katsuta.

Séptimo concluyó el mejor de los Ford Puma de M-Sport, el conducido por Gus Greensmith, no sin pelear por ese lugar con su colega Pierre-Louis Loubet a lo largo de casi toda la carrera. Sin embargo, el francés abandonó a pocos kilómetros de la llegada por problemas mecánicos.

Teemu Suninen se había consagrado en WRC2 con un Hyundai, además de haber sido octavo absoluto, pero fue desclasificado en la revisación técnica en Jyväskylä cuando se descubrió que el parachoques delantero tenía un peso inferior al reglamentario, 600 gramos menos que los 4 kilos y medios estipulados.

Se trataba de una pieza no original, instalada después de un golpe por el equipo Red Grey, que prepara el coche de Suninen en representación de Hyundai Motorsport.

Ese cambio le concedió el triunfo a Emil Lindholm, que con un Škoda Fabia Rally2 Evo había arribado a 7.7s de su adversario. Egon Kaur sobre un Volkswagen Polo GTI y el neocelandés Hayden Paddon sobre un i20 N fueron, en consecuencia, segundo y tercero de esta categoría.

Suninen venía de dos frustraciones parecidas, ya que también se había tenido que retirar estando en punta en Portugal e Italia.

Finalizaron más atrás Teemu Asunmaa con Škoda y Eerik Pietarinen con Volkswagen, mientras que el paraguayo Fabrizio Zaldívar concluyó séptimo junto a Marcelo Der Ohannesian.

Lauri Joona arrasó en la clase WRC3. En su país, dominó las tres jornadas de competencia a los mandos del Ford Fiesta Rally3, aventajando por convincentes 4m23.8s con respecto al checo Jan Černý.

Joona se impuso en todos los tramos, menos en uno y con este logro se situó nada más a un punto en el campeonato de Sami Pajari, que aquí corrió en WRC2, pero abandonó. Henri Timonen fue tercero.

La especialidad volverá al asfalto en menos de dos semanas cuando el Rally de Ypres en Bélgica se dispute del 18 al 21 de agosto.