La de Emilio Fernández y Juan Manuel Fernández es una ausencia que se nota este fin de semana en la lista de anotados del Rally de La Unión-Río Bueno.
El accidente que sufrieron en la fecha anterior en Los Ángeles no solo dañó la estructura del Škoda Fabia R5, sino también algunos elementos técnicos que el equipo Susaron encargó a la República Checa con prontitud. Los retrasos en todo el mundo de parte de miles de proveedores no han sido la excepción a los problemas con la entrega de elementos que muchos padecen.
Fernández explicó desde Santiago: “Mi falta en esta sexta competencia de la temporada solo tiene que ver con que no llegaron a tiempo las cosas que nos hacían falta para reparar el auto. A muchos clientes de diversas marcas les pasa lo mismo, ya sea con repuestos o hasta con unidades 0 kilómetro. En mi caso, había que encargar una jaula antivuelco nueva y la FIA ahora requiere de otros procesos para con los fabricantes que hace más lento todo. El Fabia, después del incidente, largaba humo del motor, así que también decidimos cambiar piezas mecánicas. Las demoras que nunca se normalizaron desde la pandemia y a la que se suma la guerra en Europa tienen como estándar que ahora todo está fuera de los cálculos que antes considerábamos normales en cuanto a provisión de mercadería y transporte. Diría que tampoco me fío por completo de que todo arribe a Chile como para correr en Osorno, pero quisiera creer que sí, según lo que me han dicho. Si así fuera, indudablemente correríamos allí. Asumiendo esta historia, poco a poco en Susaron estamos analizando cómo cubrirnos para 2023. Si los nuevos Škoda RS Fabia Rally 2 estarán disponibles no antes de julio próximo, nos interesaría no retrasarnos demasiado en la posibilidad de contar con uno”.