Aunque podría decirse que antes del Rally Chile Biobío Ignacio Gardiol ya tenía todos los méritos para ser declarado campeón 2022 de la subcategoría Rally5 y Carlos Campos lo mismo en R3, a falta de dos pruebas en las que no hay un panorama cierto de que puede pasar (aunque hayan cumplido con el mínimo de cuatro participaciones sobre ocho impuestas reglamentariamente), en carrera fue en la sexta fecha del año del campeonato Copec Rallymobil que Felipe Arenas y Andy Salvo se aseguraron el cetro dentro de la división R2.
El resultado, a falta de dos pruebas todavía, se dio en una ocasión y en un lugar indiscutiblemente especiales: el Rally Chile Biobío, la cita más extensa y exigente de la temporada al ser también válida por el certamen mundial, y en un rally cuyo epicentro fue Concepción, justo la ciudad de procedencia del piloto que hace poco se graduó como médico.
¿Cómo viviste la fecha mundial, sobre todo considerando tu condición neta de local?
Me parece que fue el mayor desafío en lo que va de 2023, fundamentalmente por el tipo de piso que presentó el evento. En nuestros autos, estábamos en cierta desventaja porque estábamos autorizados a utilizar neumáticos Cooper, en vez de Michelin o Pirelli. Disponíamos de tres compuestos: blandos, intermedios y duros. No quise usar duros al principio porque se degrada rápido, así que el sábado salí con los medios. El día anterior nos había funcionado bien la estrategia en general. A partir de entonces, el desgaste de caucho se hizo sentir y en la segunda pasada de Chivilingo, a menos de 20 kilómetros de largar, pinchamos y tuvimos que parar a cambiar una rueda. Habernos consagrado en Concepción, al lado de mi familia, amigos, seres queridos y el público de mi zona, fue realmente lindo.
¿Cuánto pudiste disfrutar el hecho de adjudicarte un título Copec RallyMobil ante tu público?
A pleno porque era un objetivo que nos habíamos planteado hace algún tiempo, prácticamente desde que planificamos hacer la serie nacional con este Peugeot 208 1.6 aspirado. Si me preguntan qué hubiera faltado, de pronto que la cantidad de participantes sea más grande. De acuerdo a los recursos que teníamos, era a lo que aspirábamos. Tampoco fue fácil, pero lo logramos con el auto entero, tanto en las citas más cortas como en esta esta, que fue excepcionalmente compleja y extensa en comparación a las demás. Llegamos a este punto por constancia, por rectificar errores al volante, por sobreponerse a algunas fallas mecánicas que se nos cruzó por el camino, por administrar correctamente los neumáticos cuando hizo falta y por nuestro equipo, que me entregó siempre un vehículo íntegro y rendidor. En cuanto a la velocidad, también estamos conformes, ya que en más de un tramo nos acercamos bastante a los tiempos de los Rally4. Estamos felices porque lo tomamos con un premio al esfuerzo de un grupo familiar y de amigos.
¿A quiénes resaltarías como gestores de este éxito?
Tendría que hacer una mención aparte para mi gente, empezando por mi padre, que me apoyó en esto del automovilismo, mis colaboradores que se esmeraron por asistirnos de la mejor manera posible (en Chillán, por ejemplo, cambiaron embrague y parabrisas roto en media hora), el apoyo de mi novia Cecilia y -por supuesto- mi navegante Andy Salvo, que se sumó a nuestras filas para ser un aporte muy valioso. Él tiene experiencia, es un amigo, me enseñó qué límites alcanzar en el momento preciso y para ayudarme a crecer como piloto, incluso en las veces que nos tocó abandonar. Tengo amigos del Copec RallyMobil y de rallies regionales y Avosur que, transcurridos los meses, jamás dejaron de darnos su aliento personal o a través de mensajes.
En 2022 habías dado el salto a un auto Rally4, que cambiaste otra vez por este 208. Con este título en la mano, ¿hay perspectivas de hacer otro ascenso tecnológico?
Haber manejado el Rally4 el año pasado me dio la perspectiva de que necesitaba quizás bajar un escalón porque su techo era muy alto en relación a la experiencia que yo tenía. Sentí a esta temporada como más formativa y de progreso personal. Además, empecé a ejercer la medicina y todavía no sé qué será de mi vida en ese sentido en 2024. Me encanta correr, así que independientemente de la máquina a la que me pueda subir, daré lo mejor de mí para seguir avanzando en la especialidad.
¿Cuáles son tus planes para las últimas dos fechas de la temporada en el sur?
Lamentablemente, salvo que pase algo muy extraordinaria, creo que me perderé Villarrica, que es la ciudad de Andy. Teníamos unas vacaciones programadas desde hace varios meses y, al posponerse su realización en una semana, se nos juntaron los compromisos. No obstante, sí confirmo que estaré en la última competencia, donde trataré de recortar diferencias con los coches más grandes y terminar lo más adelante que esté a mi alcance dentro de la clase RC4. Si en verdad el cierre del calendario será en Osorno, sería una gran noticia porque me encantan esos caminos, que he recorrido tanto en Copec RallyMobil como en Avosur, además de que se trata de una zona con mucha afición y competidores.
¿Ya hablan en tu equipo de los planes deportivos para 2024?
Todavía ese tema es una incertidumbre. Mi 208 R2 está en buenas condiciones y listo para largar de nuevo. No me he puesto a pensar si lo podríamos vender, aunque la realidad es que le guardamos demasiado cariño como para desprenderme de él. Como comenté antes, eso también irá de la mano con el modo en que se desarrolle mi profesión.
Fotos: Luis Barra/Cristian Lagos